WASHINGTON.- El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un nuevo préstamo por US$500 millones para la Argentina para fortalecer las reservas y contener el dólar en medio de los temores latentes a una devaluación aguda que golpee de lleno en la inflación.
El DIrectorio Ejecutivo del BID aprobó un préstamo PBL (Policy-Based Lending) de US$500 millones, anticiparon fuentes oficiales a LA NACION. El nuevo desembolso forma parte del blindaje financiero diseñado junto con el programa del Fondo Monetario Internacional (FMI), y había sido acordado por el ministro de Economía, Sergio Massa, en su primer viaje a Washington como jefe del Palacio de Hacienda, cuando se reunió con el entonces presidente del organismo multilateral, Mauricio Claver-Carone, quien luego echado por un escándalo ético.
Con este nuevo desembolso, el BID eleva la asistencia a la Argentina a US$1200 millones en el último trimestre de este año, un respaldo vital para cumplir las metas del programa con el Fondo y evitar un deterioro mayor de la economía.
El banco regional ya había aprobado en octubre un desembolso de US$700 millones para reforzar las reservas en medio de los hercúleos esfuerzos oficiales por evitar una devaluación brusca del peso, y un derrape más profundo de la economía. El BID dijo en un comunicado en ese momento que el crédito “promoverá la estabilidad macroeconómica y fortalecerá las finanzas públicas”, y ofrecerá apoyo presupuestario para que la Argentina cubra sus necesidades de financiamiento de corto plazo y proteja el gasto social a grupos vulnerables y en infraestructura, mientras “se implementan reformas para reducir el déficit público, promover la estabilidad de los precios y asegurar la sostenibilidad de la deuda”.
Los 1200 millones de dólares eran, según el plan original, 800 millones. Massa acordó elevarlos en su primera y única reunión con Claver-Carone. Los desembolsos habían sido bloqueados por Claver-Carone, quien luego fue despedido de la conducción del banco regional cuando una investigación independiente halló evidencias de una relación romántica con su jefa de gabinete, Jessica Bedoya, a quien le aumentó el sueldo más de un 40 por ciento.
Claver-Carone, quien siempre mantuvo una relación muy tirante con el gobierno de Alberto Fernández, había trabado esos fondos argumentando que la Argentina debía cumplir primero con las metas del programa con el Fondo. Pero luego de reunirse con Massa, a principios de septiembre., en Washington, amplió los desembolsos originales de 800 a 1200 millones de dólares, y aceleró su aprobación.
Los nuevos desembolsos del BID amplían el financiamiento de los organismos internacionales a la Argentina en un momento de extrema fragilidad de la economía, con una presión constante sobre el dólar, una inflación que se acerca al 100% anual y en la antesala de un año electoral, que en Washington temen termine por descarrilar el ajuste acordado con el Fondo.
Massa ha implementado dos veces un “dólar soja” para alentar la liquidación de divisas de la agroindustria, además de desplegar múltiples “cepos” diseñados por el Gobierno para evitar un salto del tipo de cambio, dando lugar a una multiplicidad de cotizaciones del dólar, como el dólar “Qatar” y el dólar “Coldplay” o el dólar “tecno”.
Para sostener la pax cambiaria. el Gobierno apuesta a recibir un respaldo continuo del FMI, el BID y el Banco Mundial hasta fin de año con desembolsos que, en total, y sumando el giro pendiente del Fondo por casi 6000 millones de dólares que debería llegar en diciembre, superarán los 10.000 millones de dólares.