El Santiago Bernabéu, al unísono, cantó un irónico “Xavi, quédate” tras caer el Barça en la primera vuelta de LaLiga y situarse el Real Madrid líder con tres puntos de ventaja. Corría la novena jornada. Dieciocho jornadas después y quince puntos de diferencia más tarde, las risas se han esfumado y los de Ancelotti visitan el Spotify Camp Nou faltos de aire por la soga que les rodea el cuello.
Desde aquel mes de octubre se han disputado ya tres clásicos que los blaugrana, uno detrás del otro, han ganado:1-3 en la final de la Supercopa de España (primer título de Xavi), 0-1 en la ida de semis de la Copa y 2-1 en LaLiga (los blancos acabaron a doce puntos). El Barça, esta noche, está en disposición de dejar muy tocado a su gran rival, dejándole fuera de la pelea por otro título y confirmando una tendencia que arrancó con el 0-4 (el primer clásico de Xavi en el banquillo culé) la pasada temporada.
Desde su regreso al club, oficialmente, los dos grandes del fútbol español se han medido seis veces, siete si contamos el amistoso en Las Vegas. El balance es contundente a favor del Barça:cinco victorias y dos derrotas, con un cómputo goleador de 14 a 8. Los datos son muy positivos para los intereses culés, pero, en el fondo, solo sirven para vestir las horas previas porque cada clásico es un libro en blanco y una nueva historia por escribir.
Alta tensión
El ambiente, desde hace semanas, va muy cargado desde que explotó el caso Negreira y la presión sobre la entidad que preside Joan Laporta se ha multiplicado. Los vídeos que el Real Madrid emite a través de su televisión oficial para presionar a los árbitros son una prueba de ello, como también lo fue el escándalo mediático que montaron los altavoces madridistas por el fuera de juego claro que evitó el gol de Asensio en LaLiga.
El fuera de juego de Asensio en el clásico
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Xavi y Ancelotti optaron en la previa por enfriar los ánimos y centrarse en el fútbol, la mejor forma que tienen de influir en el resultado. De momento, el egarense ha sabido sorprender a su colega adaptando siempre su plan al momento del equipo, lidiando a menudo con bajas muy importantes. Carlo ha optado por mantenerse fiel a su libreto y, de momento, le ha salido mal. El Barça busca hoy dar un nuevo golpe que dejaría muy tocado el proyecto del italiano.