El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido este lunes de que la rentabilidad y la solvencia del sector bancario podrían verse afectadas negativamente por el actual entorno macrofinanciero y el nuevo impuesto al sector, por lo que pide una vez más prudencia.
La subida de tipos de interés elevará los ingresos de los bancos, pero el gobernador también ha explicado que aumentará los costes de financiación de hogares y empresas, lo que reducirá su capacidad de pago y ello obligaría a los bancos a elevar sus provisiones por deterioros crediticios.
Durante su intervención en el XIII Encuentro Financiero organizado por KPMG y Expansión, Hernández de Cos ha recordado que en un escenario base los bancos españoles iban a ser capaces de elevar sus ratios de solvencia unos 60 puntos básicos, aunque si se incluyera el nuevo impuesto al sector ese avance se reduce a 50 puntos básicos.
El impacto de la situación económica y el impuesto
La realidad económica, sin embargo, ha empeorado, lo que modera esa expectativa de crecimiento de la ratio de solvencia del sector bancario al entorno de los 30 puntos básicos, que descendería a 20 puntos básicos si se tiene en cuenta el impacto del gravamen.
A cierre de junio de 2022, la ratio de capital CET1 se situaba en el 12,9% y aunque había mejorado respecto a los niveles prepandemia, seguía siendo una de las más bajas de la unión bancaria.
Y la previsión sería aun peor en un escenario adverso -“pero plausible”- en el que los bancos tendrían que elevar de forma “muy significativa” sus provisiones, lo que haría que la ratio de solvencia de máxima calidad CET1 se redujera 2,4 puntos porcentuales (pp) y hasta 2,6 pp si se suma el impuesto extraordinario.
Teniendo en cuanta el dato de mediados de este año, ese deterioro dejaría la ratio de solvencia del sector en el 10,3%.
Se trata de “un consumo de capital significativo”, a juicio del gobernador que, no obstante, ha puntualizado que la solvencia agregada del sector se mantendría en “niveles adecuados”, con diferencias entre entidades.
La principal conclusión del Banco de España es que, en un contexto de tanta incertidumbre como el actual, en el que han aumentado los riesgos para la estabilidad financiera y, por tanto, la probabilidad de los escenarios más adversos, se hace necesario que las entidades utilicen el incremento de los beneficios que se están produciendo a corto plazo para aumentar su capacidad de resistencia.
Además, Hernández de Cos insiste en que las entidades deben mantener “una estrategia prudente” en sus políticas de provisiones y de planificación de capital, y una vigilancia estrecha de la evolución macroeconómica que les permita reaccionar con rapidez si finalmente se materializan los riesgos considerados.
Situación de las familias
El gobernador ha señalado también que el deterioro de la situación patrimonial de las familias podría tener un impacto sobre su capacidad de repago de deudas, aunque ha recordado que la evidencia empírica disponible muestra que “la hipoteca es una de las últimas obligaciones financieras que dejan de satisfacer los hogares españoles”.
El grueso de los impagos se concentra en los cinco primeros años de vida de las hipotecas y cuando se producen circunstancias extremas, como caídas significativas de la renta (superiores al 20%) o la entrada en desempleo, en ambos casos se da de forma sostenida, durante unos dos años.