El segundo año de Mario Galizzi al frente del Ballet Estable comenzará en abril con el título más famoso del repertorio, clásico de Petipa-Ivanov, en una versión del mismo director de la compañía que tiene el Teatro Colón en su repertorio. Por supuesto, se trata de El lago de los cisnes, y nada menos que con Marianela Núñez de vuelta en casa será el primero de los cinco títulos agendados para 2023, un año con interesantes propuestas y varias visitas internacionales. Serán diez funciones a partir del martes 11 y la argentina que lleva la corona en el Royal Ballet de Londres bailará con la joven estrella coreana del Mariinsky Kimin Kim, mundialmente conocido por su técnica superior y espectacular salto. Con la Orquesta Estable y la batuta de Carlos Calleja, ni bien arranque la temporada Galizzi habrá cumplido con una ley de estilo de su ideario: que siempre haya por lo menos un Tchaikovsky (al fin y al cabo, no será el único).
La argentina Marianela Núñez (Royal Ballet), no es solo la mejor bailarina del Reino Unido, sino una de las más aclamadas en todo el mundo (Fabián Marelli/)
Seguirán ocho funciones para el magnífico Caravaggio del coreógrafo italiano Mauro Bigonzetti, que este año que termina estuvo en el Ballet del San Martín montando ese viaje emocional a un apasionado pueblo de la península titulado sencillamente Cantata. Habrá que creer, entonces, que la tercera será la vencida y que esta vez sí llegará al país para actuar en el coliseo mayor el apreciado superstar Roberto Bolle. Con música de Bruno Moretti basada en Claudio Monteverdi, esto obra de dos horas representa una suerte de cuadros vivientes en homenaje al célebre pintor barroco. Fue estrenada en 2008 en Berlín, con una versión deliciosa de Vladimir Malakhov y Polina Semionova que en tiempos de streaming generoso pudo verse durante en plataformas digitales. Dentro del repertorio del creador contemporáneo, es un título que se ajusta a las calidades y dominios de los bailarines del Colón (se baila en puntas, aunque no se sepa aún quién las llevará puestas).
Mauro Bigonzetti, que estuvo este año en Buenos Aires para montar “Cantata”, regresará gracias a la colaboración de la Embajada y el Instituto Italiano de Cultura, para hacer su magnífico “Caravaggio” en el Colón (DAVID FERNANDEZ /)
En blanco y negro, el programa mixto de 2023 (seis funciones a partir del 6 de agosto), con dirección musical de Jan Latham-Koening para la Orquesta Filarmónica, estará integrado por Suite en Blanc: una invitación a la perfección resumida en una pieza de danza pura, refinada y muy técnica, que vendrá a montar Charles Jude, responsable del legado de Serge Lifar (1943). En combinación, se contrapondrá un título de este siglo, Windgames, con la firma del afroeuropeo Patrick de Bana, sobre el Concierto para violín de Tchaikovsky. “Fue una creación multicultural -cuenta a LA NACION el coreógrafo, que tras una temporada de trabajo en Moscú acaba de presentar una serie de galas de estrellas en Japón)-. El primer movimiento lo hice para el ballet de la Ópera de Viena (eran nueve bailarines); el segundo movimiento, para Shangai (entonces, 14 intérpretes) y en enero de este año el Ballet de Tokio (unas 20 personas) hizo por primera vez los tres movimientos completos”. Davide Dato, justamente de la Vienna State Opera (a quien veremos pronto, en el cierre de esta temporada con El Cascanueces) será el bailarín invitado para estos “juegos de vientos”.
Todos los títulos de la temporada 2023 en el Teatro Colón
Otro regreso en 2023 será el de Stuttgart como casa matriz de John Cranko, con un título que merecía estar sobre este escenario: el ballet-comedia La fierecilla domada, también en seis funciones, desde el 15 de octubre. En un sentido, será reparadora la ocasión, porque en la supervisión general de este montaje estará trabajando con el Ballet Estable una leyenda viva, Marcia Haydée (musa de Cranko). “El Colón tiene una historia muy importante para mí. La audición para entrar en el Ballet del Marqués de Cuevas, la hice en Buenos Aires, en ese escenario. Desde entonces siempre fue un lugar muy especial. Son un público fantástico los argentinos”, había revelado el año pasado durante un ensayo que presenció LA NACION. Tal vez haya sido un presagio para matchear las ganas de los bailarines argentinos y de la artista brasileña -exdirectora del Municipal de Chile y residente en Alemania- de encontrarse a trabajar en un nuevo montaje.
El público local quedó prendado este año con Natalia Osipova, que volverá en diciembre 2023 por “La bayadera” de Nureyev
El Ballet del Teatro Colón terminará su actividad con el estreno de una nueva producción de escenografía (Verónica Cámara) y vestuario (Jorge Ferrari) para otro clásico de Petipa, en versión de Rudolf Nureyev: La bayadera. Estrenada en 1992 en la Ópera de París, fue la última creación que el gran bailarín del siglo XX hizo antes de morir. Del 17 al 30 de diciembre (once funciones), con la Filarmónica y la batuta de Manuel Coves, será una excelente excusa para que el público se reencuentre con la rusa Natalia Osipova (Royal Ballet de Londres) y Daniel Camargo (flamante principal dacer del American Ballet Theatre). Ambos regresarán al país después de haber hecho una Giselle de antología en la apertura de la presente temporada.
En total, serán 41 funciones en el escenario del Teatro: para una compañía de reputación internacional como es el Colón, un número al que todavía le faltan vitaminas.
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Tres títulos de ballet se programarán también en el ciclo Colón para chicos, aquí ya no a cargo de la compañía del teatro sino de los alumnos del Instituto Superior de Arte: “Las bodas de Aurora” (tercer acto de De la Bella durmiente, el 23 de abril) y La Sylphide (21 de octubre), en versiones de Galizzi; y Sueño de una noche de verano (3 y 4 de junio), de Oscar Araiz, siempre con la Orquesta Académica.
Jorge Telerman entre el bien y el mal, la grieta y un año prometedor
En el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC), que dirige Diana Theocharidis, la coreógrafa Florencia Gleizer presentará en abril cinco funciones de #Cibor6, un dúo que investiga la relación entre el cuerpo y la tecnología a través de la luz. Luego, Alina Marinelli, Camila Malenchini, Margarita Molfino y Mariana Montepagano harán en mayo Gestos en el agua. Y como “work in progress 2024″, ya se anuncia un trabajo de Daniel Proietto para intervenir el Colón Fábrica.