El Andorra atraviesa su peor momento de la temporada. Una realidad palmaria que ha llevado al equipo de Eder Sarabia a caer en picado en la clasificación, donde hace unas semanas soñaba con el play-off y ahora afronta un peligro que nunca le había acechado en todo el curso: la zona de descenso. Hay aún un margen prudencial y desde el vestuario se insiste en relativizar esta mala racha.
Lo cierto es que los altibajos en los resultados ha sido una constante cíclica esta temporada para los tricolor. El primer bajón llegó en octubre, donde los de Sarabia sumaron cuatro partidos seguidos sin ganar, tres con derrota, y sin marcar en ninguno de ellos. La respuesta fue contundente: 12 puntos de los siguientes 15 posibles con cuatro triunfos y un balance de diez goles a favor y solo uno en contra.
No obstante, de nuevo irrumpieron dos derrotas que hicieron bajar el ‘soufflé’. Dos empates al hilo y una victoria parecían volver a relanzar a los del Principado, que iniciaron entonces una caída libre de cuatro derrotas a la que aún no han puesto fin.
Visitar este sábado al Levante, uno de los equipos más en forma de la categoría, no es el mejor plan para cortar la dinámica pero el Andorra ya ha demostrado que ante los ‘grandes’ se crece.