Lewis Hamilton ganará en 2023 más dinero que toda la parrilla de MotoGP junta. El británico se embolsará 55 millones de euros por pilotar para Mercedes, siendo uno de los deportistas mejor pagados del mundo -aunque no consiguiendo superar las cifras de algunos futbolistas, jugadores de la NBA y de la NFL-.
El siete veces campeón de Fórmula 1 posee el salario más alto de toda la Fórmula 1, muy delante de Max Verstappen y Charles Leclerc, quienes completan el podio de los pilotos que más dinero ganan con 40 y 25 millones respectivamente. El holandés, de ganar su tercer título en 2023, se embolsará 55 millones en Red Bull gracias a las variantes de su contrato.
Lewis Hamilton: 55 millones de euros fijosMax Verstappen: 40 millones de euros fijosCharles Lecrerc: 25 millones de euros fijos
MotoGP, en cambio, posee unos salarios mucho más discretos que encabeza un Marc Márquez que ha ganado la categoría en seis ocasiones y que se embolsa 12,5 millones. El piloto de Honda es, con diferencia, el mejor pagado de una parrilla que tiene a pilotos que apenas se llevan 250.000 euros por estar entre los mejores del mundo.
Márquez tiene un contratazo, pero quizá deberá sacrificar dinero cuando éste expire en 2024 si quiere acceder a una moto ganadora como la Ducati. El ilerdense encabeza una lista en la que le siguen de muy lejos Fabio Quartararo y Joan Mir con ambos ganando cada uno seis millones completando el podio de los que más ingresan por temporada.
Marc Márquez: 12,5 millones de euros fijosFabio Quartararo: 6 millones de euros fijosJoan Mir: 6 millones de euros fijos
Un campeón low-cost
El vigente campeón del mundo, Pecco Bagnaia, gana cinco millones en MotoGP, mientras que existe una clase media en la categoría. Esta se encuentra comprendida entre los 3,5 millones que se lleva Pol Espargaró, los tres millones que se embolsan Jack Miller, Alex Rins y Franco Morbidelli y los dos que ingresan Johann Zarco, Maverick Vinales y Aleix Espargaro.
En Fórmula 1 es más complicado encontrar salarios tan igualados e incluso hay algunos pilotos de pago que cobran en especias, trayendo patrocinadores que pagan su salario y a la marca por el asiento en el que están. Después del top-3 anteriormente expuesto, existe un grupo de ‘primeros pilotos’ que poseen salarios acorde a la marca en la que están.
Fernando Alonso sacrificó bastante dinero de su paso de Alpine a Aston Martin colocándose en los 20 millones. En ese mismo escalafón encontramos al número uno de McLaren, Lando Norris, mientras que Valtteri Bottas fichó como líder de Alfa Romeo a razón de 10 millones.
Esa cifra, la de los 10 millones, es la que cobran los escuderos de las grandes firmas. Carlos Sainz y Checo Pérez están en esos números, mientras que el segundo de Mercedes sobre el papel George Russell se embolsa ocho. En Alpine, Esteban Ocon -con seis millones- y Pierre Gasly -con cinco- han conseguido liberar bastante masa salarial en el fabricante francés.
Pilotos de pago
El resto de equipos ya presentaría números salariales más modestos con respecto a los capos y, como hemos dicho, atufa a que muchos traen patrocinadores a cambio de su nómina. La clase baja, en este caso, cobra exactamente lo mismo que la clase media de MotoGP encabezando los salarios de dos millones anuales Lance Stroll (Aston Martin),
Nico Hulkenberg (Haas), Nyck De Vries (AlphaTauri), Zhou Guanyu (Alfa Romeo) y Oscar Piastri (McLaren).
Los dos pilotos con peor salario de Fórmula 1 son Yuki Tsunoda (AlphaTauri) y Logan Sargeant (Williams), quienes se embolsarán apenas un millón de euros en la temporada 2023. En MotoGP, en cambio hay hasta 12 pilotos que cobran un millón o menos y serían Alex Marquez, Jorge Martin, Miguel Oliveira, Takaaki Nakagami, Brad Binder, Enea Bastianini , Fabio di Giannantonio, Luca Marini, Darryn Binder, Marco Bezzecchi, Raul Fernandez y Remy Gardner.
Haciendo los cálculos en cuanto a masa salarial total, encontramos que la Fórmula 1 paga anualmente a sus pilotos una cifra en torno a los 230 millones de euros, mientras que MotoGP alcanza los 53 millones en salarios. Las diferencias son más que evidentes entre una categoría y otra, aunque todo va unido a la repercusión de unos y otros y el espectáculo que se da en la pista.