Ansu Fati y Ferran Torres tenían una oportunidad de oro para recuperar confianza y demostrar a Xavi Hernández que quieren ser importantes en el tramo final de la temporada. Y no la desaprovecharon. El canterano y el futbolista de Foios respondieron a la confianza del míster con un gol. El valenciano, además, agregó a su actuación una asistencia. Inmejorable noticia para el FC Barcelona.
La liberación de Ansu
El primero de los dos en ‘mojar’ fue la joya de la Masia. Se estaba desenvolviendo con más ímpetu que acierto en la toma de decisiones y la ejecución. No había sido una semana fácil para él; las polémicas declaraciones de su padre durante el parón de selecciones y los rumores sobre su futuro llegaron en un momento muy complicado a nivel personal.
No había mejor respuesta posible a todo el ‘ruido’ que rodeaba su figura. Recogió un buen pase filtrado de Ferran, realizó una larga conducción sin demasiada oposición y batió a Edgar Badia con un disparo cruzado. Fue su primer tanto en Liga desde octubre de 2022 y puso fin a su peor racha sin ver portería en el torneo de la regularidad. Entre todas las competiciones, la joya de la Masia no ‘mojaba’ desde los octavos de final de la Copa del Rey ante el Ceuta.
La persistencia de Ferran
El valenciano, que también venía de recibir un golpe anímico con su ausencia en la primera lista de Luis de la Fuente, también reaccionó a las mil maravillas. En la primera mitad estuvo algo errático, pero aun así efectuó un gran centro a Lewandowski que el polaco no pudo convertir en gol. El de Foios no se rindió y fue decisivo en la segunda mitad.
Y no solo con el pase que inició la diana de Ansu. En otra transición rápida, encontró espacios en la retaguardia ilicitana y resolvió con un preciso remate con la zurda. Fue el tanto que cerró la goleada y, de paso, puso la guinda a una buena puesta en escena. El equipo blaugrana, repleto de bajas, necesitaba a los dos atacantes. Y tanto el uno como el otro estuvieron a la altura de las expectativas.
Justo antes del trascendental clásico de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey contra el Real Madrid, un partido clave en la misión del doblete del Barça, la segunda unidad ofensiva del cuadro catalán pidió paso y protagonismo. Bendito problema para Xavi.