La low cost Flybondi recibió la semana pasada su décimo avión, con lo que culminó el plan que se había trazado el año pasado de crecimiento e inversión con el objetivo de duplicar su flota, su oferta y la cantidad de pasajeros transportados. Sin embargo, al igual que sucedió con otras aeronaves que adquirió antes, la compañía sigue sin conseguir espacios de amarre en el Aeroparque Jorge Newbery, lo que dificulta su actividad –vuela sobre todo en cabotaje–, y les pidió a las autoridades que transparenten los requerimientos para poder operar desde allí.
Con el cierre de El Palomar, tanto a Flybondi como a Jetsmart se les había prometido lugar en la estación metropolitana. Jetsmart recibió un amarre y tres más por el espacio que dejó vacante Norwegian, mientras que Flybondi consiguió tres. Pero después de eso, con cada aeronave que llegó la respuesta del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) y la concesionaria Aeropuertos Argentina 2000 fue que no había espacio, con lo que los aviones nuevos permanecen en Ezeiza.
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“La situación sigue siendo la misma. El Orsna y AA2000 dicen que no hay espacio de pernocte en Aeroparque, con lo cual tenemos tres aviones ahí y siete en Ezeiza, y cuando venga el avión número 11 seguro irá a Ezeiza. Siempre que solicitamos los amarres para las aeronaves nuevas esperamos que nos asignen el espacio, y cuando nos lo rechazan solicitamos Ezeiza y nos lo dan”, explicó el CEO de Flybondi, Mauricio Sana, y agregó que están analizando aumentar la presión.
“Estamos trabajando a nivel legal para que el Orsna y AA2000 definan cuáles son las reglas para la asignación de espacios porque, cuando analizamos lo que pasa en Aeroparque, hoy movilizamos más del 20% del tráfico doméstico y tenemos altas tasas de utilización. Queremos que se definan criterios de productividad de los espacios, porque no pueden dejar lugares para aeronaves que salen recién a las 11 o que solo están estacionadas. Necesitamos que haya más claridad y un espacio en dónde hablar esto, porque hoy reina el silencio”, agregó.
Según puntualizó, a través del equipo de legales de la compañía están pidiendo información sobre las reglas y tener participación en su confección. Dependiendo de cómo siga la conversación, el siguiente paso podría ser tomar medidas precautorias o de demanda.
Según está establecido, AA2000 asigna los espacios, mientras que el Orsna los fiscaliza. Consultadas por LA NACION, fuentes del concesionario dijeron que Aeroparque está saturado y alcanzando un récord de pasajeros, mientras que el organismo respondió que, por el momento, la terminal conserva la misma capacidad.
Más allá del pedido de Flybondi, Jetsmart también tiene un reclamo en la Justicia. Según fuentes del sector, en la terminal metropolitana tendrían amarre aviones de Andes, que había dejado de operar y ahora volverá a hacer vuelos chárter, y aeronaves de aviación ejecutiva que podrían estar en la estación de San Fernando.
Se recupera el doméstico
Más allá de este problema, Sana dijo que esperan sumar dos aviones más el próximo mes y terminar 2023 con 17 aeronaves porque la demanda de vuelos domésticos sigue respondiendo muy bien.
“Terminamos un octubre con ocupaciones altas, por encima del 90%, y las rutas a Río de Janeiro y San Pablo con un 85% de ocupación. En noviembre el doméstico siguió muy bien y el internacional, más resentido por los impuestos, con un 80% de ocupación. En tanto, de cara al verano, el doméstico se muestra muy sólido y hubo una muy buena recepción de los vuelos a Florianópolis que estamos vendiendo hace unos meses”, detalló.
Por otro lado, dijo que tuvieron que dejar de lado los vuelos a Punta del Este porque no se pudieron poner de acuerdo a tiempo con las autoridades para operar la ruta.