Las diputadas italianas podrán acceder a las sesiones parlamentarias con sus hijos de hasta un año y amamantarlos en una zona preestablecida, según se acordó hoy en la reforma del Reglamento de la Cámara Baja.
Las madres podrán entrar al pleno con sus hijos de hasta un año de edad, algo hasta la fecha prohibido, y darles el pecho en una zona en la que se garantice su privacidad, explicó el diputado Igor Iezzi, miembro de la Junta de Reglamento.
Esta disposición deroga un artículo del Reglamento interno de la Cámara de los Diputados en el que, hasta la fecha, se prohibía el acceso a esta sede parlamentaria “a cualquier persona ajena a la misma bajo ningún concepto”, como los hijos de sus miembros.
A partir de ahora, la diputada que así lo solicite previamente podrá participar en los debates y las sesiones con su propio hijo y alimentarlo sin renunciar a su trabajo.
Este cambio había sido reclamado en diversas ocasiones por parlamentarias como Licia Ronzulli, de la conservadora Forza Italia y que en 2010 llevó a su hija Vittoria de solo seis semanas a una sesión del Parlamento Europeo, suscitando el debate.
“¡Finalmente! Las diputadas italianas podrán amamantar en la Cámara sin renunciar a su voto. Bruselas abrió el camino ya hace 12 años y yo lo pedía desde entonces por las colegas madres en Italia. En cuanto a la conciliación familiar, las instituciones tienen que dar ejemplo”, tuiteó Ronzulli, actual portavoz de Forza Italia en el Senado.
La medida ha sido impulsada por la diputada Gilda Sportiello, del Movimiento Cinco Estrellas, y entrará en vigor una vez que el Colegio de Cuestores, órgano que gestiona el funcionamiento de la Cámara, estipule el modo en que se cumplirá.