En su nuevo libro, ‘Filosofía de la canción moderna’ (Anagrama; a la venta a partir del 30 de noviembre), Bob Dylan reúne 66 ensayos breves en torno a otras tantas canciones. El autor no explica en ningún momento con qué criterio ha elegido las piezas incluidas, pero, a juzgar por lo que escribe sobre ellas, es poco aventurado apuntar que se trata de grabaciones que, por uno u otro motivo, han tenido una importancia considerable en su vida. Canciones por las que siente una especial debilidad. A modo de muestra, aquí va una selección de 10 títulos y algunas de las frases que Dylan les dedica en el libro.
‘Without a song’
Perry Como, 1951. “Perry es el anti ídolo americano. Es el anti último grito, la anti lista de éxitos y la anti ostentación. Ya era un Cadillac antes de que llevaran alerones traseros; un Colt calibre 45, no una Glock; bistec con patatas, nada de cocina californiana. Perry Como entra y cumple. Sin artificios, sin forzar las sílabas para abarcar más notas de la cuenta”.
‘Your cheatin’ heart’
Hank Williams with his Drifting Cowboys, 1953. “Esta es la canción del timador. En esta canción eres el estafador que me dio gato por liebre, me engatusó, me traicionó y ahora te has quedado sin más trucos y pronto vas a estar gimiendo de dolor. ¿Que cómo lo sé? Lo sé. Quizá tenga una bola de cristal, quizá lea el tarot, quizá presienta las cosas, tenga un sexto sentido. Un montín de quizás”.
‘Tutti Frutti’
Little Richard, 1955. “Little Richard es el maestro del doble sentido. ‘Tutti Frutti’ es un buen ejemplo. Una fruta, un hombre gay… y ‘tutti frutti’ es “todas las frutas”. También es un tipo de helado empalagoso. Una moza llamada Sue y otra llamada Daisy y ambas son travestis. ¿Habéis visto a Elvis cantando ‘Tutti Frutti’ en el programa de Ed Sullivan? ¿Sabé qué está cantando? ¿Lo sabrá Ed Sullivan?”.
‘Volare (nel blu, dipinto di blu)’
Domenico Modugno, 1958: “Puede que esta sea una de las primeras canciones psicodélicas, anticipándose al ‘White Rabbit’ de Jefferson Airplane en al menos 10 años. Jamás oiréis ni sentiréis una melodía más pegadiza. La oyes incluso si no la oyes. Es una canción que se filtra en el aire. Una canción para tocar en bodas, bar mitzvás y, quizá, funerales”.
‘Blue Bayou’
Roy Orbison, 1963. “Aquí hablamos tanto de una canción como de una grabación espectaculares. No siempre es así. En el estudio a veces las canciones se te escurren, se te pueden escapar entre los dedos. Algunos de nuestros temas favoritos son canciones a lo sumo mediocres que, de algún modo, cobraron vida en el momento de ser grabadas. Ambas cosas se cumplen aquí. La tristeza existe tanto en las palabras como en los barridos operísticos de Roy, es prácticamente imposible separar la canción del cantante”.
‘Don’t let me be misunderstood’
Nina Simone, 1964: “En 1964, Horace Ott riñó con su novia y se conchabó con los letristas Bennie Benjamin y Sol Marcus: escribieron ‘Don´t let me be misunderstood’ y se la dieron a Nina Simone. Nina le insufló su talento, y hoy día ya nadie se acuerda del mal rollo entre Horace Ott y su novia anónima. La canción podría cantarla cualquiera que sienta que no logra comunicarse con un ser querido. Aunque también ha asumido otros significados, pues la interpretación mesurada y desafiante de Nina ha sido adoptada por algunos como himno extraoficial de la igualdad social”.
‘Ball of confusion’
The Temptations, 1970. “La canción es como un viejo programa de radio, donde podías imaginar lo que escuchabas, y eso hacía la experiencia más intensa. No hay modo de televisar esta canción, no encaja en una pantalla. ‘Ball of confusion’ es prerrap. Si andas callejeando borracho y feliz, esta canción te va a quitar la mona. Esta canción resulta tan auténtica hoy como el día en que se grabó”.
‘Pump it up’
Elvis Costello & The Attractions, 1978. “De aquí, [Costello] pasó a tocar música de cámara, escribir canciones con Burt Bacharach, grabar discos de country, discos de versiones, discos de soul, música de ballet y orquestal. Si has llegado a escribir canciones con Burt Bacharach está claro que te la sudará lo que piensen los demás. Elvis se pasea por los géneros como si ni siquiera existieran. ‘Pump it up’ es lo que le dio permiso para hacer todo eso”.
‘Pancho & Lefty’
Willie Nelson & Merle Haggard, 1983. “‘Pancho & Lefty’ es un relato épìco panorámico, hermosamente cantado y producido, interpretado por dos de los cantantes más icónicos de la era moderna. Willie Nelson, se suele decir, podía cantarte el listíon telefónico y hacerte llorar -también podía escribirlo-, y con Merle sucede más o menos lo mismo”.
‘Dirty life and times’
Warren Zevon, 2003. “El fanfarrón, el libertino, el observador irónico y el borrachuzo fueron papeles que Zevon decidió interpretar en sus canciones. Y puede que también en algunos momentos de su vida. Pero en esta canción, despojado hasta los huesos, su talento se te abalanza encima como serpientes que salen disparadas de una caja sorpresa”.