El entrenador del Espanyol, Diego Martínez, aseguró tras caer ante el Girona (2-1) que “cuando hay turbulencias no es momento de tirarse del avión, sino de permanecer unidos”, y subrayó que ahora “la cuestión es resistir y levantarse”.
El técnico blanquiazul admitió que “el estado anímico del vestuario es jodido porque tenía muchas ilusiones puestas en este partido” y lamentó que “el nivel de confianza del equipo es muy bajo”, pero insistió en que está convencido de que el Espanyol va a conseguir la permanencia.
Diego Martínez añadió que su equipo va a tener que sufrir “hasta el final”, pero remarcó que saldrá adelante. También acentuó que no tira la toalla y que se ve capacitado para sacar al Espanyol de esta situación porque confía en su trabajo.
Sobre el partido en Montilivi, el entrenador destacó que su equipo se supo “reenganchar después del golazo de Arnau” y estuvo vivo “hasta el final”, y argumentó que los detalles de “interpretación” del colegiado no cayeron de su lado: “Eso es una realidad”.
También afirmó que en el descanso el partido estaba “donde quería” el Espanyol y que cuando mejor estaba el equipo, con el 1-1, llegó la jugada de la expulsión de Sergi Gómez en el minuto 83. “Desde ahí todos los detalles fueron en contra”, dijo el técnico.
Por último, reconoció que su equipo necesita ganar “en consistencia defensiva”, pero matizó que, en Montilivi, sus futbolistas estuvieron “más juntos, más ordenados”.