Los Mossos d’Esquadra arrestaron el pasado fin de semana a un hombre de 36 años al que buscaban desde el pasado 5 de junio. La Comisaria General d’Informació de la policía catalana lo considera autor de una agresión que sufrió en Barcelona un joven, menor de edad, que lucía una camiseta con simbología antifascista.
La semana pasada, los agentes supieron que el sospechoso había regresado al lugar de los hechos, la zona de ocio nocturno de Poblenou en la que se encuentran locales de ocio nocturno como la Sala Razzmatazz o el bar L’Ovella Negra. Avisaron a las patrullas de la policía catalana y de la Guardia Urbana de Barcelona de que trataran de identificarlo y lo lograron, al poco rato, agentes del cuerpo municipal.
El sospechoso fue arrestado porque pesaba sobre él una orden de detención pendiente activada por Informació de los Mossos. En el instante de su detención, el hombre llevaba encima una navaja multiusos y también un paraguas cuyo bastón podía separarse y, al hacerlo, dejaba al descubierto un punzón, comportándose a la práctica como un bastón de estoque, un arma prohibida que, según los Mossos, puede causar “graves lesiones”.
Los Mossos investigan asimismo si otras dos personas que se encontraban junto a él participaron de la agresión al menor de edad en junio, en el que el ahora detenido actuó acompañado de otros dos implicados. Para los agentes de Información, que consideran que al autor una persona ideología de ultraderecha, la paliza que propinó al joven hace medio año, y que le causó lesiones en un ojo y le ha dejado secuelas psicológicas, fue de motivada por razones ideológicas porque el agresor hizo comentarios en alusión a la camiseta que vestía el joven.
Los policías catalanes sospechan que la noche de su detención, el autor pretendía llevar a cabo una nueva agresión de características similares a la que habría cometido la noche del 5 de junio.
