Detectados niveles récord de CFC en la atmósfera

Los CFC o clorofluorocarbonos, son una familia de gases empleados ampliamente en el pasado como refrigerantes, propelentes de aerosoles, disolventes o agentes espumantes. Sin embargo, el descubrimiento de que al llegar a la estratosfera estos gases eran la principal causa de destrucción de la capa de ozono llevó a su prohibición durante el siglo pasado. 

Así, el 23 de enero de 1978, Suecia se postuló como el primer país del mundo en prohibir el uso de los CFC o clorofluorocarbonos en los aerosoles. Poco después, su uso sería prohibido a nivel global gracias a la firma del Protocolo de Montreal, que entró en vigor en 1989.

Desde entonces la capa de ozono se ha ido recuperando a un ritmo de un 1% a 3 % por década desde el año 2000, por lo que los científicos estiman que el ozono del hemisferio norte y de latitudes medias podría recuperarse alrededor del año 2030; el del hemisferio sur hacia 2050, y el de las regiones polares, hacia 2060. 

Sin embargo, pese a la prohibición de su fabricación, los CFC aún pueden ser liberados a la atmósfera como materias primas empleadas para producir otro compuestos o como productos intermedios y subproductos durante la producción de otras sustancias químicas, como los hidrofluorocarbonos (HFC), que son sustitutos de los CFC utilizados en refrigeración y aire acondicionado en la actualidad. 

La sorpresa, no obstante, ha llegado cuando el equipo dirigido por el químico de la Universidad de Bristol, Luke Western, comprobó que la abundancia de cinco CFC con pocos o ningún uso actual, había aumentado en la atmósfera entre los años 2010 y 2020. 

La concentración atmosférica de 5 CFC ha aumentado desde 2010 alcanzando una abundancia récord en 2020.

Los que los investigadores descubrieron al analizar las mediciones de 14 puntos distribuidos por todo el globo, es que que la concentración atmosférica de los llamados CFC-113, CFC-112a, CFC-113a, CFC-114a, CFC-115, había aumentado desde 2010 alcanzando una abundancia récord en 2020.

Si bien se se sabe que los CFC-113a, CFC-114a y CFC-115 están involucrados en la producción de otras sustancias químicas, los autores desconocen que usos actuales podrían tener los CFC-112a y CFC-113. “Los orígenes de los aumentos de estos productos químicos son inciertos”, señalan los científicos. 

Western y su equipo estiman que las emisiones combinadas de estos cinco CFC en 2020 fueron equivalentes a 4.200 toneladas de CFC-11, el segundo clorofluorocarbono más abundante a día de hoy en la atmósfera. En términos del efecto de calentamiento, ya que algunos CFC pueden contener 11.000 veces más calor que el dióxido de carbono los autores sugieren que estas emisiones equivaldrían a la emisión de 47 millones de toneladas de CO2, aproximadamente un quinto de las emisiones anuales que se produjeron en España durante el año 2021. 

 

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