Dakar 2023: Kevin Benavides, una aventura de múltiples retos para reescribir la historia

Envuelto en el desafío de recuperar la corona y con el empuje que arropa a los argentinos, después de la conquista de la selección en el Mundial de Qatar, Kevin Benavides se alista para una nueva aventura. El rally Dakar es el reto por excelencia para los pilotos de raid: la extensión de la carrera, la combinación de la pista que mezcla dunas, desierto, montañas y rocas, la amplitud térmica entre la hora de salida y la finalización de la etapa, lidiar con imponderables que puede presentar la ruta o una mala lectura del roadbook… El cuerpo y la cabeza también desandan una pulseada: los kilos y la masa muscular que se pierde no se recupera en el escenario y desconcentrarse o viajar más rápido de lo que invita el camino es sinónimo de accidente.

El salteño es la máxima figura criolla en la categoría reina: ganador en 2021 con Honda, repetir el éxito con KTM se convierte en una misión, un duelo interno. Nadie antes se coronó con dos marcas diferentes. “Nos pusimos en el libro, pero quiero ser protagonista de una página más. No sé si será ahora o más tarde”, apunta el hincha de Boca que compartió un vuelo “no tan argentino”, y una foto, con Julián Álvarez rumbo a Europa, la escala para acceder a Arabia Saudita. Por cuarto año consecutivo este país es anfitrión, entre el 31 de diciembre y el 15 de enero, de la carrera que ideó el francés Thierry Sabine y que se paseó por África y Sudamérica, antes de instalarse en Medio Oriente.

El salteño Kevin Benavides integra junto al australiano Toby Price y el austríaco Matthias Walkner la fórmula con la que el equipo oficial KTM pretende regresar a la victoria en el rally Dakar. (Kin Marcin / Red Bull Content Pool/)

La legión argentina estará compuesta por 29 aventureros, entre pilotos, acompañantes y el cordobés Pablo Copetti, que una vez más correrá en quads con bandera estadounidense. Benavides repetirá la experiencia de 2022 y compartirá motorhome con su hermano Luciano, piloto de Husqvarna, una de las tres patas que conforman el conglomerado austríaco KTM, junto a GasGas. “Lo veo muy bien. Fuerte en la preparación y también de la cabeza, con otra madurez. Entrenamos a la par e hicimos una tarea sólida en el año. Ojalá que pueda hacer su propia carrera y sobresalir en este Dakar”, relata sobre las expectativas para Luciano, que aceleró con furia este año al observar que Kevin abandonaba por un problema mecánico.

–¿Cuánto duró el mal sabor por el abandono de este año?

–Duró un tiempo. Un sabor agridulce, porque venía haciendo un buen trabajo y una falla mecánica te deja un sabor más feo de que si hubiera sido un abandono por una caída. Terminé la carrera, que eso también cuenta, y empecé a pensar en lo que podía ser el resto del año y el 2023. Me dediqué a entrenar, porque es lo que siempre ayuda a despejarme cuando el gran objetivo que me trazo no se da.

Kevin en Marruecos, la tercera etapa del Mundial de Rallies Cross-Country; el mayor de los dos hermanos procurará en el Dakar su primera victoria con KTM y convertirse en el primer piloto de motos en ganar con dos marcas. (Kin Marcin / Red Bull Content Pool/)

–¿Cómo se resetea un piloto?

–Es afrontar que son cosas que pueden pasar. Este es un deporte que eso lo tenés que tener siempre en cuenta: el deporte motor no siempre es justo, porque muchas veces te da satisfacciones y en muchas otras veces te queda la tristeza. Pero hay que aceptarlo y seguir para adelante. El Dakar sumaba muchos puntos para lo que es el Campeonato del Mundo y empezar sin esos puntos te empuja a pensar que el año sería complicado. Después, en la siguiente carrera, en Abu Dhabi, otro problema mecánico me dejó afuera y ahí ya acepté que mis posibilidades de pelear por el título estaban terminadas. Me dediqué a entrenar, a mejorar, a trabajar con la moto y el equipo para encarar esta nueva temporada.

Los pilotos de KTM para el Dakar 2023

–Repetir problemas mecánicos en dos carreras consecutivas y siendo nuevo en el equipo, ¿jugó eso en tu cabeza?

–Lamentablemente fueron fallas que tienen pocas explicaciones, quizás es que estaba pagando el derecho de piso. Era el nuevo en el equipo. Hay que aceptarlo y no enroscarse demasiado. Se pone esfuerzo y dedicación y los fierros a veces no acompañan. No es la primera vez que me sucede, también me pasó con Honda. Es como cuando los chicos dicen que la suerte es loca y lo que te toca, te toca. No rendirse es lo que marca la diferencia en cualquier deportista. No es una revancha, me pasó hace años con Honda y después tuve buenos momentos, así que hay que trabajar y esforzarse para que vuelvan esos momentos dulces.

–No ganar durante el año alguna de las pruebas, ¿resta confianza o no influye?

–Siempre un triunfo en una carrera de rally te da confianza, seguridad. Este año en resultados no fue lo mejor, porque en Abu Dhabi también tuve un abandono y en Marruecos hice una muy buena carrera que no se tradujo en el clasificador, porque tuve que abrir pista el primer día y en una carrera de cinco días eso complica el resultado final. Pero la sensación de una carrera a la otra fue completamente distinta. Y en Andalucía terminé en el segundo puesto, con posibilidades de haber luchado por la victoria. Tuve una penalidad muy fuerte de seis minutos y en una carrera tan corta [fueron tres días] no se puede hacer mucho para recuperar la penalidad que me impusieron en el inicio. Me fui igualmente contento y eso es lo que me viene pasando en las dos últimas competencias: no tuve victorias, pero el rendimiento fue creciendo y las sensaciones internas dan confianza.

En el análisis de Benavides, el Dakar de 2023 resultará más técnico que rápido; la organización determinó que la carrera retome caminos de montaña y piedras y que el Empty Quarter sea el escenario de las etapas finales. (Kin Marcin / Red Bull Content Pool/)

–El resultado del rally de Andalucía fue histórico: nunca dos hermanos habían compartido un podio.

–Andalucía me gusta mucho, los caminos los siento rápidos. Tuve un resultado histórico con mi hermano al ser los primeros en hacer un podio juntos en rally, a ese nivel. Muy contento por él, por mí, por el deporte argentino y sudamericano. Entrenamos juntos, nos dedicamos mucho y es bueno obtener una recompensa de esas características.

–KTM volvió a la victoria, después de los triunfos de Honda, pero con el equipo GasGas. ¿Eso es una presión extra para vos en particular y el equipo en general?

–No es una presión particular y hasta considero que ayudé para ese triunfo de Sam [Sunderland, ganador en 2022]. En la última etapa yo abrí pista, después de haber ganado la etapa anterior: hice un gran trabajo, al punto que Sam, que peleaba por la victoria, no me alcanzó, no tuvo el mismo ritmo que impuse y él estaba largando segundo. Y tener la pista abierta en una etapa compleja como fue esa, con mucha navegación, ayudó a que pudiera consolidarse. Fue muy satisfactorio ayudar a la estructura para que un piloto de la misma gane el Dakar, siendo que yo no tenía ninguna clase de oportunidad. Siempre suma hacer las cosas bien.

Entre seis y ocho kilos pierde un piloto de motos en el Dakar, y entre 5000 y 6000 calorías por jornada; “el cuerpo no tiene tiempo para recuperarse, porque son 15 días agotadores”, resalta Kevin Benavides. (Flavien Duhamel / Red Bull Content Pool/)

–Repiten alineación, con Toby Price y Matthias Walkner como compañeros: ¿ese conocimiento es una ventaja?

–Tengo una muy buena relación con Toby y con Matthias, que además son dos ganadores de Dakar. Son personas con mucha experiencia. Toby es un gran piloto, se aprende estando y escuchándolo. KTM es una familia numerosa, gigante, porque estamos nosotros, GasGas y Husqvarna y andamos todos juntos. El ambiente entre los pilotos es muy bueno.

–¿Son muy diferentes Price y Walkner?

–Son personalidades muy diferentes. A Toby no le importa nada, va a su ritmo, parece que no siente presión, nerviosismo ni nada. Y es muy bueno poder observarlo y aprender de cómo maneja las situaciones, como funciona cuando la presión existe y es evidente, pero él está como despreocupado de todo ese ambiente que se puede generar. Es un piloto que no se mete en quilombos, que siempre empuja y para él todo siempre está muy bien. Un líder muy positivo. Matthias se involucra más, quizás porque es un piloto de la fábrica. Se involucra sobre la moto, sobre los detalles, pero es muy fuerte de cabeza y acelera muchísimo.

Benavides llega al Dakar sin victorias en la temporada, pero con un ritmo que provoca confianza en KTM sobre el rendimiento que tendrá el ganador de 2021. (Kin Marcin / Red Bull Content Pool/)

–¿Cuánto se comparte y cuánto se esconde dentro de un mismo equipo o con el compañero?

–No hay secretos, porque la información en la carrera es igual para todos, es la misma. El roadbook se entrega a la mañana, se lo coloca, se sale y se busca hacer el mejor trabajo. Nada más.

–¿Del resto, ¿a quién observás con potencial para el triunfo?

–Todas las marcas factory que están en el Dakar tienen pilotos muy buenos: Honda, Hero, Sherco… Hay 15 o 20 pilotos que tiene un nivel extraordinario, son todos rivales y hay que respetarlos. Cualquiera puede estar en la pelea. Como este año en el Mundial de Fútbol, donde había equipos que tal vez no se los tenía en la consideración y terminaron siendo más fuertes que algunas potencias.

–¿El éxito de la selección de fútbol en Qatar te influye al afrontar una carrera como el Dakar?

–Lo que vivimos los argentinos con el título de la selección en el Mundial es una inyección de ánimo para los deportistas que vamos a competir en el exterior, entusiasma. Para mí fue un orgullo poner la bandera argentina en lo más alto en 2021 y ver la camiseta en la premiación en el podio en Qatar motiva. Es un contagio.

Las fallas mecánicas se repitieron en las primeras experiencias de Kevin con KTM; el salteño desea revivir con la fábrica austríaca los dulces momentos que disfrutó con Honda. (Kin Marcin / Red Bull Content Pool/)

–Los dos últimos Dakar, entre la pandemia y la caída que terminó en cirugía en 2021, determinaron que la preparación fuera atípica. ¿Cómo fue el alistamiento para 2023?

–No cambié tanto las formas, porque entreno en mi casa, en mi gimnasio, con mi preparador físico y siempre lo pude hacer. Quizás esta vez llego más firme en lo físico. Con la moto también pude salir, porque tengo pistas cercas, así que siempre pude hacerlo de manera regular. La mayor diferencia de este año es que tuve muchos más viajes con el equipo, porque hicimos más pruebas, se reforzó el chasis, se hizo una evolución.

–¿Cuánto peso pierde un piloto de motos desde que inicia hasta que termina el Dakar?

–Entre seis y ocho kilos al final de la carrera. Se pierde mucho en la parte muscular. Es un desgaste muy grande, porque son muchas horas y eso hace que vayas perdiendo peso, líquido, músculo… No se llega a recuperar el desgaste que se tiene, aunque nos suplementamos muy bien con nutricionistas. Es muy difícil mantener el peso, la musculatura, porque quemamos más de 5000 o 6000 calorías por día, eso es imposible recuperarlo, porque es el mismo ritmo todos los días y son 15 jornadas. No le da tiempo al cuerpo para recuperarse.

Ahora nos toca a nosotros 🇦🇷⚔️ @julianalvarezzz 🕷️🕷️🕷️🔜 @dakar
Dame un vuelo argentino, no no tan Argentino 😅🇦🇷💪🏼🫶🏼 pic.twitter.com/qvhoAB41fR

— Kevin Benavides (@kmbenavides) December 27, 2022

–En 2023 los pilotos que abren pista tendrán una compensación en los tiempos. A vos te gusta abrir camino. ¿Lo tomás como un beneficio?

–Es una nueva regla y los que vayan adelante tienen una bonificación hasta la mitad de la etapa. Me gusta abrir la ruta, así que veremos cómo influye. De la otra manera se jugaba mucho a especular, a trazar estrategia de cuándo te convenía abrir pista o cuándo lanzarte desde atrás y recuperar tiempo. La medida fue bien recibida por todos.

–El cambio del roadbook por una tablet, ¿era un beneficio?

–Las motos vamos a seguir con el roadbook tradicional, el de papel. Lo que implementaron no ayudaba, porque la pantalla reflejaba mucho con el sol y no nos permitía leer las indicaciones. Creo que si se trabaja se puede cambiar por el sistema digital, pero las tablet tiene que ser de calidad.

“Cuanto más técnico sea, me sentiré más cómodo”, señaló Benavides sobre la ruta del Dakar, que viajará en 15 días desde el Mar Rojo hasta el Golfo Pérsico, en Arabia Saudita. (Kin Marcin / Red Bull Content Pool/)

–¿Qué opinión tenés del recorrido?

–El Dakar que gané fue muy complicado y el de este año fue fácil, según mi punto de visto. No quiero desmerecer ni desprestigiar ni bajar la dificultad, pero fue muy lineal, con poca navegación a excepción del primer día. Etapas muy rápidas, increíblemente había llovido y la arena entonces estaba compactada. No hubo tantas piedras. Existió un poco una queja para este Dakar que viene y creo que lo tuvieron en cuenta: el de 2023 va a ser muy complicado. Primero va a ser largo, porque son dos días más de competencia; habrá más kilómetros, vamos a volver a la zona de montaña y de piedras. Va a ser más técnico y menos rápido, pero va a recuperar la esencia.

–¿Te favorece o preferís un Dakar más rápido?

–Para mí, cuanto más técnico sea me siento más cómodo. Prefiero que sea complicado a rápido y no porque no lo pueda hacer rápido, sino porque pierde el espíritu. En lo rápido, todos vamos rápido. Las diferencias se pueden hacer cuando aparecen las complicaciones.

Desde el Mar Rojo al Golfo Pérsico, el Dakar abrazará una nueva aventura de 8549 kilómetros. Catorce días de carrera y uno de descanso, en Riad, la travesía que encararán los aventureros como Kevin Benavides, que vuelven a soñar con el Touareg y la gloria.

 

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