Los grandes líderes del PP europeo se darán cita el próximo mes de junio en la ciudad de Málaga para abordar cuestiones estratégicas y políticas clave, y avanzar en la preparación de las siguientes elecciones europeas. La elección de España para una nueva cumbre informal como la que ya se celebró en Atenas el pasado diciembre no es casual. “Tiene que ver mucho con su peso, con la relevancia en las instituciones comunitarias y la consolidación del PP nacional”, aseguran fuentes de los conservadores europeos.
Asistirán las principales líderes institucionales; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; y Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, además de los primeros ministros o presidentes conservadores de los Estados miembros. El PP europeo vive horas bajas y necesita recuperar músculo en las citas electorales domésticas como antesala de las europeas de 2024.
España, Polonia y Grecia están señaladas en el calendario, y en primavera también Finlandia celebrará elecciones. La marcha de Angela Merkel sigue siendo una grieta por cubrir en la familia conservadora en un momento en el que los socialistas sí tienen un peso más importante, especialmente en Alemania y España.
Hace apenas unos días el secretario general del PPE, el griego Thanasis Bakolas, visitó Madrid y se reunió con Alberto Núñez Feijóo. Entre otras cosas cerraron algunos detalles de esta cumbre. Como explican fuentes de los populares europeos, el encuentro de líderes será informal, a diferencia de los encuentros preparatorios previos a los Consejos Europeos. La idea pasa por abordar y coordinar las líneas maestras que los máximos representantes del PP en Europa defenderán. Habrá “mucho contenido” y debate, confirman las mismas fuentes.
Encima de la mesa estarán asuntos nucleares para el momento actual como la inmigración, la economía, la inflación y los precios de la energía en un debate importante sobre cómo plantar cara a Estados Unidos y hacer de Europa un agente realmente competitivo. Por otro lado, explican en el PP europeo, lo previsible es abordar en profundidad los valores políticos de la familia conservadora.
Indudablemente, uno de los asuntos a tratar serán las alianzas con la extrema derecha. Un asunto complicado en función de la sensibilidad de cada país, que en España está encima de la mesa desde hace tiempo. No solo por el Gobierno en coalición de Castilla y León, sino por los futuros pactos que pueda verse obligado a firmar el PP de Feijóo con Vox.
El encuentro de líderes europeos se producirá justo un mes después de las elecciones autonómicas y municipales. El mapa que deje esa cita con las urnas de mayo será probablemente la antesala de lo que ocurra en las generales. Feijóo ha dejado claro que su hoja de ruta pasa por evitar una futura coalición con Vox y que, si está en su mano, no consumará más pactos como el castellanoleonés. También así lo han entendido sus socios europeos. Pero la aritmética será la que decida y en este momento nada hace pensar que pueda tener una mayoría tan sólida como para no necesitar apoyo externo.
La cumbre también llegará a las puertas de que España asuma la presidencia del Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del año. Un hito crucial en la agenda de Sánchez en el final de la legislatura.
La imagen de líderes del PP arropando a Feijóo en España es poderosa para el dirigente gallego, consciente de que el bajo perfil internacional es probablemente su mayor debilidad. Se evidenció durante la cumbre de la OTAN en Madrid cuando el presidente del Gobierno exhibió el protagonismo que poco a poco ha ido adquiriendo en Bruselas y que tampoco niegan los propios conservadores europeos. Entre otras cosas, por la relación de confianza que Sánchez ha desarrollado también con Von der Leyen y por el dominio del inglés, el idioma que todo el poder bruselense habla.
Feijóo, y en su equipo lo saben, tiene ese déficit por cubrir. Aunque su principal apoyo y asesor en materia internacional es Esteban González Pons, también con influencia en las instituciones europeas, en Génova aseguran que hay diplomáticos y personas con dilatada experiencia internacional que también están en el círculo que a menudo consulta Feijóo. No hay nombres que hayan trascendido y recientes polémicas como la del “integrismo islámico” tras el atentado en Algeciras volvieron a poner de manifiesto algunas carencias del líder popular.
