Cuatro años en funciones de un CGPJ resignado: “Nos quedan dos años más”

El CGPJ cumple este domingo 4 de diciembre cuatro años en funciones con un presidente suplente, dos sillas vacías y 18 vocales resignados que, tras el enésimo fracaso de las negociaciones entre PSOE y PP y a las puertas de año electoral, asumen ya que agotarán la legislatura y vaticinan su escenario futuro. “Nos quedan dos años más aquí”.

Nadie se acuerda ya de la dimisión del expresidente del Consejo General del Poder Judicial Carlos Lesmes que supuso el último intento real para renovar el órgano de gobierno de los jueces pero que saltó por los aires, una vez más, cuando el PP se descolgó por la propuesta de supresión del delito de sedición impulsada por PSOE y Unidas Podemos.

Una situación que ha empeorado aun más con la propuesta del Gobierno de designar magistrados del Constitucional a dos ex altos cargos del Ejecutivo, Juan Carlos Campo y Laura Díez, entre acusaciones de autoritarismo del PP: “El Gobierno se nombra a sí mismo magistrado”.

Amenaza de dos años más

Por si fuera poco, 2023 está a la vuelta de la esquina y con ello se abre un ciclo electoral que pondrá en marcha la maquinaria local, autonómica y estatal de los partidos. De ahí que agotar la legislatura sea ya una realidad para la inmensa mayoría los vocales, que de esta forma completarán dos legislaturas en el Consejo, una “anomalía democrática” y una “vergüenza institucional inasumible”, como así cuentan a EFE vocales conservadores y progresistas.

Más allá de los calificativos, que se repiten año tras año, se impone un escenario a futuro que implica prolongar este mismo consejo dos años más, o lo que es lo mismo, será el primer CGPJ que encadene tres legislaturas. “Nos hemos hecho a la idea de que dos años más, como mínimo, estaremos aquí“, señala una vocal.

Lo resumen de la siguiente manera: “Este año electoral que entra seguro pero es que después hay unos trámites, toma de posesión del nuevo Gobierno, composición de las cámaras antes de abrir el melón del Consejo, que nunca es la prioridad para el que aterriza“.

A ello se añaden los tiempos del propio Consejo, con presentación de nuevas candidaturas, estudio de las mismas y claro está la negociación que muy probablemente volverá a sentar a los mismos actores sobre la mesa, que no han sido capaces de renovarlo en cuatro años.

Tres vacantes sin cubrir y un futuro jubilado

Todo ello suma, según los cálculos de los vocales, dos años más. Ello implica no retomar otros proyectos profesionales que tenían en mente cuando se produjera su salida del CGPJ que, por otra parte, verá como va quedándose cada vez más escaso de efectivos.

Porque su presidente suplente, Rafael Mozo, se jubilará en julio del próximo año, por lo que habrá que buscarle sustituto en un puesto que de lejos dispone del poder que tuvo Lesmes. Su salida probablemente no será cubierta como tampoco lo fueron las de Lesmes, ni la de Rafael Fernández Valverde, que se jubiló en marzo ni la de Victoria Cinto, que falleció en junio.

Ello situará al Consejo con tan solo 17 vocales -uno de los cuales deberá ser también presidente suplente- frente a los 20 vocales -presidente aparte- que deben componer orgánicamente el Consejo, que batirá así un récord más ante la imposibilidad de un acuerdo político para su renovación.

Polarización creciente

Y mientras se suceden los récords, el órgano de gobierno de los jueces mantiene una dinámica interna cada vez más polarizada de bloques, como ponen de manifiesto las dilaciones de los conservadores para nombrar a su candidato para renovar el Constitucional y su oposición al aspirante progresista.

“Es algo inédito en el Consejo, porque se habla de vetar a magistrados del Supremo que han sido nombrados para este tribunal por el propio Consejo. Es vetarnos a nosotros mismos”, dice un vocal progresista.

El 22 de diciembre se votarán los candidatos, pero tras el paso dado por el Gobierno nadie es optimista de sacar los nombramientos, máxime cuando la dialéctica entre los conservadores y el Ejecutivo va in crescendo y se acusa a estos vocales de “oposición política”.

Setenta nombramientos pendientes

Pero, aparte del TC, la falta de renovación del CGPJ se traduce en números. 18 en el Supremo, 31 en Tribunales Superiores de Justicia, 20 en Audiencias Provinciales y 1 en la Audiencia Nacional. Son las cifras, facilitadas por el Consejo, de nombramientos pendientes.

“Vamos a poner el cartel de ‘cerrado’ en unos meses”, advierte un magistrado el Supremo. Como él, varios compañeros consultados por EFE rechazan los parches porque “los parches se agotan”.

Sin posibilidad de magistrados suplentes o de llamar a filas a los jubilados, el plan pasa por reforzar el gabinete técnico, para que hagan borradores de sentencias y en vez de una sentencia a la semana, un magistrado ponga tres. “Son medidas paliativas, más no podemos hacer”, reconoce un vocal.

 

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