Hace tan solo veinte años Europa jamás había visto una avispa asiática en su territorio pero ahora, según alertan científicos y agricultores, esta especie se ha convertido en una verdadera plaga. Los nidos de estos insectos ya se han detectado en una decena de países europeos. En España, en los últimos diez años esta especie invasora se ha detectado en más de veinte provincias (sobre todo en el norte de la Península Ibérica). Los expertos alertan de que estos animales son grandes depredadores de otros insectos, pueden alterar los ecosistemas y suponer un peligro para las personas. ¿Pero cómo empezó esta plaga?
Todo apunta a que la plaga de la avispa asiática en Europa empezó a partir de un solo ejemplar: una reina fecundada que en 2004 llegó al puerto de Burdeos, en Francia, en un barco mercantil procedente de Asia. Este ejemplar de ‘Vespa velutina’, una vez llegado a suelo firme, empezó a construir un nido, depositó sus huevos y, a partir de allí, brotó su descendencia. La especie pasó de tener un solo individuo en suelo europeo a multiplicarse exponencialmente en cuestión de días. Y según apunta un nuevo estudio de la University College Cork de Irlanda, todas las avispas asiáticas detectadas a partir de entonces en Europa tienen que ver con esa primera reina emigrada a Francia.
Examen genético
La investigación, publicada esta semana en la revista especializada ‘Journal of Hymenoptera Research’, presenta un examen genético detallado de una avispa asiática hallada en Irlanda. Se trata del único ejemplar identificado hasta ahora en el país. Su hallazgo, en abril del 2021, sorprendió a la comunidad científica ya que no estaba claro cómo este animal había llegado hasta la capital irlandesa. Por eso mismo, el insecto se trasladó al Museo Nacional de Irlanda y se sometió a un estudio genético detallado para determinar su origen.
Tras secuenciar el ADN del insecto y compararlo con el de otras avispas asiáticas identificadas en Europa, los investigadores llegaron a la conclusión de que todos los ejemplares de esta especie localizados en suelo europeo comparten parentesco. Todos provienen del linaje de aquella primerísima ‘V. velutina’ que llegó a Burdeos hace dieciocho años. Según explica Simon Harrison, uno de los científicos que ha liderado este estudio, el caso de la avispa asiática demuestra cómo una especie invasora puede convertirse en una plaga “pese a una diversidad genética extremadamente baja”.
Mismo pedigrí
No es la primera vez que la comunidad científica señala a esa ya famosa avispa asiática como el origen de la plaga europea de estos insectos. De hecho, ya son varios los estudios genéticos que demuestran que, por ahora, esta especie invasora pertenece a un mismo pedigrí. “Estudios anteriores habían rastreado el origen común de estos insectos a partir del análisis de un solo gen. Ahora, gracias a este nuevo estudio, hemos rastreado dos genes adicionales y hemos podido demostrado que los avispones asiáticos en Europa aparentemente compartían el mismo linaje genético”, explica la investigadora Eileen Dillane, una de las expertas que ha liderado este trabajo.
Este fenómeno, según apuntan los expertos, es una buena y una mala noticia a la vez. La mala noticia es que, visto lo visto, la erradicación de esta plaga es especialmente complicada porque aunque se destruyan los nidos solo hace falta una sola reina fecunda para que vuelvan a brotar cientos de ejemplares. La buena noticia, tal y como apuntan los autores de este último estudio, es que “la estrecha relación de todos los individuos del avispón asiático en Europa ofrece esperanza para los métodos de erradicación basado en el control biológico“. Es decir, en fórmulas pensadas específicamente para aniquilar esta especie invasora sin afectar a las demás que pululan por el ecosistema.
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