Llega un momento en la línea de aprendizaje del fotógrafo en el que se empieza a controlar la cámara, dependiendo de la luz, el momento, el sujeto, y no al revés. La velocidad de obturación es el tiempo que se deja abierto el obturador de la cámara, controlando así la cantidad de luz que entra al sensor, lo que determinará si se congela o no el movimiento de la imagen.
Partiendo de la velocidad estándar de 1/125 (un segundo dividido en 125 partes), todo lo que sea trabajar por debajo de este parámetro serán velocidades lentas, y normalmente son utilizadas en condiciones pobres de luz o cuando la finalidad es hacer barridos o paneos.
Si se trabaja por encima de 1/125 se llaman velocidades rápidas, y es cuando se empieza a congelar el movimiento en la imagen. Cuanto más rápido se mueva el sujeto, más velocidad de obturación se necesitará, si el fin del fotógrafo es congelar el movimiento.
Por ejemplo, en sujetos en acción es muy común trabajar como punto de partida en velocidades superiores a 1/1000. Para congelar el vuelo de un ave, se podría utilizar unos parámetros de diafragma f/4, velocidad 1/2000 e ISO 2000, siempre dependiendo de la velocidad del sujeto principal y de la luz de la escena.
Cuando se realizan barridos o paneos, la velocidad de obturación elegida varía entre 1/14 y 1/60, dependiendo de la velocidad del sujeto y del efecto que se quiera plasmar en la fotografía. Ahí entra en juego el control de la cámara y la creatividad del fotógrafo.
Hay varias maneras de trabajar los parámetros de la cámara cuando se quiere controlar la velocidad de obturación. Una es seleccionando el modo de trabajo prioridad a la velocidad, Tv/S, fijando así la velocidad y teniendo como variable la apertura del diafragma dependiendo de la luz. Esto es ideal cuando se hacen barridos, ya que lo que está claro es que se quiere fijar una velocidad de obturación lenta para captar el movimiento.
Otro modo de trabajo es seleccionar Av/A y dejar fijo apertura del diafragma, la cámara nos dirá qué velocidad de obturación es la idónea para el ISO y el diafragma seleccionados. Si hay poca luz, en atardeceres y amaneceres, cuando la luz es más bonita, es recomendable utilizar trípode para estabilizar la imagen, ya que si no, la imagen estará trepidada.
En entornos de poca luz, al amanecer, al atardecer o de noche, para exponer correctamente la imagen, al necesitar más luz en la toma, se usará una velocidad de obturación más lenta; y si es fotografía de paisaje o de arquitectura, lo ideal será utilizar un trípode estable.
En muchos casos, cuando la finalizad es fijar en los parámetros de la cámara velocidades lentas pero hay mucha luz en la escena, se recomienda el uso de un filtro de densidad neutra que deja pasar menos luz al sensor y así la medición pedirá más velocidad.
TRUCOS
Nunca perder de vista la velocidad de obturación en los parámetros de la cámaraUna velocidad de 1/14 a 1/60 para barridosUtilizar una velocidad superior a 1/125 para no trepidar la imagenEn fotografías de acción es recomendable 1/1000 para congelar el movimiento del sujetoPara fotografías de paisaje y arquitectura con poca luz y velocidades lentas, utilizar trípode