Claves para fotografiar bajo la lluvia

La lluvia, algo que en principio parece ir en contra del fotógrafo, puede dar un giro inesperado a la sesión y brindar la oportunidad de obtener imágenes fuera de lo común. Algo realmente bueno de los días de lluvia es que la luz suele ser suave y difusa, con pocas sombras y colores saturados por el agua. Si la lluvia aparece en mitad de la sesión, se podrán utilizar diferentes parámetros para obtener distintos resultados dependiendo de lo que se quiera transmitir a través de las fotografías. 

Por lo tanto, con los conocimientos necesarios, se puede sacar el máximo partido fotográfico a los días de lluvia intensa. 

Luz difusa en un día nublado

Normalmente, los días de lluvia se trabaja con una sensibilidad de entre ISO 400 e ISO 1600, dependiendo de la cantidad de luz que haya en ese momento y de la velocidad de obturación que sea necesaria para captar la acción o el movimiento de la imagen. El ISO se puede ir subiendo a medida que baje la luz o cuando el sujeto se mueva más rápido, para ajustarlo según las necesidades del momento. 

En estos días nublados, la medición de la luz será sencilla: si el entorno es blanco, será necesario sobrexponer, y si es oscuro, subexponer. Además, no será necesario parar al mediodía para evitar las luces duras del sol y se podrá aprovechar al máximo toda la jornada desde primera hasta última hora.

Captar el movimiento de la lluvia en las imágenes

Si el fotógrafo quiere aprovechar la caída de la lluvia para sus imágenes, puede elegir entre dos opciones de velocidad de obturación para obtener resultados diferentes. Si el fin es plasmar el recorrido o la estela de la lluvia, lo mejor es utilizar una velocidad de 1/40 aproximadamente, con el apoyo de un trípode estable. 

Si, por el contrario, la intención es capturar las gotas de agua, la velocidad tendrá que ser lo suficientemente rápida para conseguir este efecto de imagen congelada, por ejemplo, 1/2000. Si no hay suficiente velocidad por falta de luz, el fotógrafo tendrá que ir subiendo el ISO para alcanzar la rapidez deseada. 

Parasol para la cámara, un instrumento esencial

El parasol es un elemento de plástico que se coloca en la rosca que lleva el objetivo en la última lente. Su función principal es evitar la entrada de luces parásitas, pero también sirve para otras cosas. Siempre es recomendable llevarlo puesto en el objetivo, pero en caso de que llueva más, ya que este evitará que el agua entre dentro del objetivo y que moje la lente. 

Los charcos son un recurso de impredecible resultado

No hay que olvidar que los charcos de lluvia son un recurso bastante interesante. Muchas especies de pequeños mamíferos y aves utilizan los charcos durante estos días. Además, entre marzo y mayo, otras especies, como las golondrinas, los aprovechan para surtirse de barro para la construcción de sus nidos. Sin duda, fotografiarlos esta pauta de comportamiento tan especial puede dar resultados únicos.

Se trata, una vez más, de ser observador y de aprovechar lo que el entorno genera como oportunidad fotográfica de manera natural. En el caso del fotógrafo urbano, los charcos pueden ser perfectos para captar los reflejos de los edificios, a las personas andando o incluso las luces de la ciudad. 

Aprovechar el sellado del equipo fotográfico 

El sellado es un factor a tener muy en cuenta si la actividad fotográfica se realiza en exteriores, cuando el clima pueda afectar al estar fuera de control. Sin duda, los peores enemigos de una cámara son el agua (en cualquiera de sus formas), el salitre o la arena, y la combinación de cualquiera de estos elementos puede ser fatal. 

Por ello, conviene saber qué nivel de sellado tienen el equipo fotográfico y la cámara para ser conscientes de hasta dónde se puede llegar. No es lo mismo ir caminando bajo la lluvia por el monte o por una ciudad que estar medito dentro de un escondite para fotografiar la fauna o las aves, donde el sellado no es tan determinante. Afortunadamente, en la actualidad, cualquier cámara aguanta una lluvia ligera o salpicaduras del mar, pero solo en los modelos de gama media-alta se obtiene una protección total en exteriores, incluso en las condiciones más extremas. 

Ir bien equipado evitará mojaduras y permitirá alargar la sesión todo el tiempo que sea necesario. Un buen chubasquero y un paraguas grande que cubra el equipo y la cámara serán de gran ayuda para obtener los mejores resultados. 

Trucos:

La sesión puede dar un giro con la aparición de la lluvia y convertirse en una oportunidad para obtener imágenes muy interesantes.Saber el nivel sellado del equipo fotográfico es crucial.Utilizar trípode cuando se usen velocidades de obturación lentas.Llevar un gran paraguas para cubrir el equipo fotográfico.La luz difusa de los días lluviosos es ideal para fotografiar durante toda la jornada.  

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