Cuando Olena Chekrijova siguió los pasos de su abuela y empezó a enseñar inglés no se podía imaginar que terminaría en una base militar en el frente de batalla contra las tropas rusas en Ucrania.
Pero esta es su nueva realidad ante la multitud de soldados que desean aprender inglés, especialmente el léxico militar, para aprovechar al máximo la ayuda de Estados Unidos y otros aliados en la guerra contra Moscú.
Las entregas de sistemas de misiles HIMARS ya han marcado la diferencia en el frente. Ahora, las tropas esperan los sistemas de defensa antiaérea Patriot prometidos a su presidente Volodimir Zelenski en su reciente visita a Washington.
Pero una vez llegan estos equipos, los soldados descubren que los materiales formativos disponibles están principalmente en inglés, un idioma también a menudo necesario para comunicarse con los combatientes extranjeros que han acudido en su ayuda.
Para ayudar a romper esta barrera, Chekrijova, de 35 años, dejó su apacible vida en las aulas y se trasladó al frente para enseñar a las fuerzas armadas.
Pasó cinco meses en una base en la región oriental de Donetsk, donde convivió con soldados y participó en sus entrenamientos.
“Alguna gente piensa que estoy loca”, dice a la AFP desde la base de Kiev donde se encuentra ahora destinada.
“Enseñar inglés en este caso es la pequeña contribución que puedo hacer por mi país, para la gente de mi país y para el ejército, que nos protege de este ataque terrorista”, añade.
– Léxico militar –
Casi todos los soldados cursaron inglés en la escuela, pero no siempre dio resultado, especialmente entre los más mayores.
“Era en los tiempos soviéticos y el inglés que aprendí en la escuela es básicamente nada”, explica Igor Soldatenko, de 50 años, uno de los estudiantes de Olena en Kiev.
“Todo el sistema era inadecuado, como veo ahora. Solo aprendíamos textos sin entenderlos (…) Nadie podía usarlo en la vida real”, cuenta.
Las lecciones de ahora, en cambio, son más prácticas. Aprenden palabras como “herido”, “semiautomática” y “escondite” o frases como “muerto en combate”.
El aprendizaje es en ambas direcciones puesto que Chekrijova está descubriendo un nuevo mundo de tácticas y estrategia militares, pero también la rudeza de la vida castrense.
En Donetsk, lloró junto a los soldados por los compañeros y, en algunos casos, alumnos que fallecieron luchando en Bajmut, la ciudad natal de la profesora y blanco constante de ataques rusos en los meses recientes.
“Para mí es un doble dolor. Porque de un lado es mi casa y por otra se ha convertido en un cementerio de mis estudiantes”, asegura.
Durante la hora de clase de conversación en Kiev, la única vez que los estudiantes hablan brevemente en ucraniano es para recordar a los colegas perdidos.
Pero, incluso tratando de contener las lágrimas, el soldado de 36 años Yuri Kalmutski insiste en completar su idea en inglés, aunque no sea perfecto.
“Pierdo muchos amigos… Era mi círculo de gente cercana y pierdo… a ellos. Pierdo a ellos”, dice en un inglés titubeante. “Es muy duro”.
– “Armados con el inglés” –
En su esfuerzo por dominar el inglés, los estudiantes de Olena aseguran a la AFP haber encontrado inspiración en la evolución de Zelenski con este idioma.
“Hace unos años, tenía un inglés horrible. Todo el mundo lo sabe”, dice Kalmutski. “Pero ha aprendido”.
Este progreso se demostró el miércoles cuando Zelenski se dirigió al Congreso de Estados Unidos en inglés para reafirmar que su país está “vivo y coleando”, pero necesita más ayuda.
Chekrijova quiere ampliar el programa para llegar a más soldados, pero las organizaciones internacionales a quienes acude en busca de financiación responden que no quieren destinar dinero a las fuerzas armadas.
“Dicen que les gustaría ayudar a niños, a animales, a los ancianos, puede que a desplazados internos o exiliados”, dice.
Pero ella no está interesada en “cachorros o gatitos o señoras mayores”, sino en ayudar a sus soldados a ganar la guerra también mediante el idioma.
La clase está a punto de terminar y Olena lanza: “Entonces, ¿estáis armados con el inglés?”.
“Yes”, responde Soldatenko.
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