Issei Sagawa, un asesino japonés conocido como el “Caníbal de Kobe”, quien mató y se comió a una estudiante neerlandesa pero nunca fue encarcelado, murió a los 73 años de edad.
Sagawa murió de neumonía el 24 de noviembre y solo sus familiares acudieron a su funeral, dijeron su hermano menor y un amigo en un comunicado.
El comunicado fue emitido por la editorial que publicó sus memorias en 2019, escritas por el hermano de Sagawa.
Sagawa estudiaba en París en 1981 cuando invitó a su casa a la estudiante neerlandesa Renee Hartevelt.
Le disparó en la nuca, la violó y consumió partes de su cuerpo a lo largo de tres días.
Luego intentó deshacerse de sus restos en el parque Bois de Boulogne, donde fue detenido.
Expertos psiquiátricos consideraron que Sagawa no tenía condiciones mentales de enfrentar un juicio y permaneció en una institución mental de Francia antes de ser deportado a Japón.
Las autoridades japoneses lo declararon cuerdo, pero quedó en libertad porque los cargos en su contra en Francia habían sido descartados.
Sagawa no ocultó su crimen y más bien se benefició de su fama, con un libro de memorias en estilo de novela llamado “En la niebla”, en el que relató el asesinato con muchos detalles.
También relató su obsesión con el canibalismo en varias entrevistas y en un documental de 2017 llamado “Caniba”.
Declaró al medio informativo Vice que estaba “obsesionado con el canibalismo”.
“Mi deseo de comer una mujer se convirtió en una obligación”, aseguró.
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