El australiano Cameron Smith, tercero en la clasificación mundial, se hizo con su tercer título del Abierto australiano después de una ronda final accidentada por las suspensiones a causa de los rayos caídos.
Smith mantuvo la renta de 3 golpes durante los nueve primeros hoyos, pero después las dos suspensiones hicieron que esa renta se esfumara y que tuviera que volver a apretar los dientes para conseguir su tercer título en la 150 edición del torneo.
El también australiano Jason Scrivener y el japonés Ryo Hisatsune acabaron en segunda posición a un solo golpe.
Los españoles Alejandro Cañizares y Alfredo García-Heredia volvieron a tener jornadas contrapuestas. Cañizares ganó 8 posiciones con su tarjeta de 68 golpes para acabar en el duodécimo puesto, mientras que García-Heredia perdió veinte y finalizó en el 28 después de firmar 73 en el último recorrido.