El importe total de los activos privados rusos congelados en la Unión Europea, como resultado de los ocho paquetes de sanciones aprobados hasta ahora por los Veintisiete contra Moscú por la guerra de Ucrania, asciende a casi 18.900 millones de euros mientras que las reservas del Banco Central de Rusia, inmovilizadas por los países del G7 y la UE por las prohibición de transacciones, se estima en 300.000 millones. Un volumen que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propone ahora destinar a financiar la reconstrucción de Ucrania, tal y como lleva meses reclamando el presidente Volodímir Zelenski.
Bruselas propone mover ficha para utilizar los activos congelados a Rusia y que el régimen de Vladimir Putin “pague financieramente por la devastación que ha causado”. Según las estimaciones del Banco Mundial recogidas en el documento enviado a los Veintisiete, los daños globales en Ucrania desde que Putin ordenara invadir el país el pasado 24 de febrero se acercan a los 350.000 millones de euros. Una cifra que no ha tocado techo y que seguirá aumentando mientras la agresión rusa continúe. De hecho, von der Leyen ha cuantificado este miércoles el montante de los daños en 600.000 millones de euros. “Rusia y sus oligarcas tienen que compensar a Ucrania por los daños y cubrir los costes de reconstrucción del país”, ha insistido.
Para ello, la Comisión Europea plantea utilizar los casi 19.000 millones de euros en activos privados congelados por los Estados miembros a oligarcas y entidades y los 300.000 millones de las reservas del Banco Central de Rusia bloqueadas por los países del G7 y la UE. “A corto plazo podríamos crear con nuestros socios una estructura para administrar e invertir estos fondos. Después usaríamos lo generado por este dinero y una vez levantadas las sanciones estos fondos se utilizarían para que Rusia pague una compensación total por los daños causados en Ucrania”, ha añadido.
Mandato de los líderes
La iniciativa responde al mandato que dieron los líderes europeos en la última cumbre de finales de octubre, cuando pidieron a Bruselas que presentara opciones para utilizar los activos rusos congelados para apoyar la reconstrucción de Ucrania, aunque fuentes comunitarias admiten que ni será sencilla de poner en marcha ni se trata de algo que vaya a poder aplicarse a corto plazo. “Habrá etapas en términos de negociación y adopción de instrumentos jurídicos. No es algo inmediato. Estamos en un horizonte temporal a medio plazo”, admiten.
En paralelo, Bruselas también plantea crear un tribunal internacional especial, bajo el paraguas de Naciones Unidas, para juzgar los crímenes de Moscú. “La invasión rusa de Ucrania ha traído muerte, devastación y sufrimiento indescriptibles. Todos recordamos los horrores de Bucha. Rusia debe pagar por sus horribles crímenes, incluido su crimen de agresión contra un Estado soberano”, ha anunciado Von der Leyen en un videomensaje difundido en Twitter antes de anunciar la doble propuesta presentada este miércoles a los embajadores permanentes de los Veintisiete.
Russia must pay for its horrific crimes.
We will work with the ICC and help set up a specialised court to try Russia’s crimes.
With our partners, we will make sure that Russia pays for the devastation it caused, with the frozen funds of oligarchs and assets of its central bank pic.twitter.com/RL4Z0dfVE9
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) 30 de noviembre de 2022
“Proponemos crear un tribunal especializado respaldado por Naciones Unidas para investigar y juzgar el crimen de agresión de Rusia. Estamos preparados para empezar a trabajar para obtener el apoyo internacional más amplio posible para este tribunal especializado”, ha apuntado sobre una iniciativa que llevan meses reclamando los países bálticos.