El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha considerado que la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobada este miércoles y que pide el fin de la violencia en Birmania es un “paso importante”.
“Este es un paso importante del Consejo de Seguridad para abordar la crisis y poner fin a la creciente represión y violencia del régimen militar de Birmania contra los civiles”, explica Blinken tras dar la bienvenida a la adopción de la resolución.
Blinken ha señalado que esta decisión “envía un fuerte mensaje de la comunidad internacional de que el régimen debe poner fin a su violencia en todo el país, liberar a los prisioneros detenidos arbitrariamente, permitir el acceso humanitario sin trabas, proteger a los miembros de los grupos minoritarios y respetar la voluntad y las aspiraciones democráticas del pueblo de Birmania”.
No obstante, el secretario del Departamento de Estado ha matizado que esta medida no es suficiente para “promover una solución justa a la crisis” en el país asiático”.
Por ello, ha instado al Consejo de Seguridad a “aprovechar esta oportunidad para buscar formas adicionales” para promover la transición a la democracia o promover la justicia.
Asimismo, Blinken ha concluido que Washington sigue comprometido a trabajar con Naciones Unidas y los socios internacionales “para poner fin a la violencia en Birmania, buscando una reconciliación pacífica de la crisis.
La resolución, impulsada por la misión británica ante Naciones Unidas, pide la liberación de todos los presos políticos, incluida la antigua líder ‘de facto’ del país Aung San Suu Kyi y el expresidente Win Myint, detenidos tras el golpe de Estado del 1 de febrero.
El texto también exige que cesen los ataques contra civiles y la infraestructura civil, que se respeten los Derechos Humanos y la rendición de cuentas de quienes los violan, así como el acceso humanitario “pleno y sin trabas” a la población necesitada.
Asimismo, la resolución, votada por 12 países –China y Rusia se han abstenido– plantea una sesión informática del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para marzo, según ha informado la misión británica ante la ONU.