WASHINGTON.- Sin perder tiempo para revitalizar el lazo entre la primera potencia global y el país más fuerte de América latina, el presidente Joe Biden envió a Brasil a dos de sus asesores más cercanos, Jake Sullivan y Juan González, para reunirse con el presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, para comenzar a poner en marcha una asociación futura que ya apunta a restaurar el eje entre Washington y Brasilia, y cambiar la dinámica de la relación de Estados Unidos con la región.
La reunión, agendada justo antes del partido entre Brasil y Corea del Sur por los octavos de final del Mundial de Qatar, dejó una foto revestida de sonrisas entre los enviados de Biden, Lula –sosteniendo una camiseta de la selección norteamericana de fútbol que recibió de regalo– y Celso Amorim, su alfil en política exterior. Lula dijo luego en Twitter que ya había recibido una invitación para ver a Biden en la Casa Blanca, algo fuera de lo común para un presidente electo, y un encuentro que puede llegar a ocurrir antes de la visita del Presidente Alberto Fernández, quien aún espera una fecha para concretar la reunión bilateral que debió realizarse en julio último.
Recebi hoje do conselheiro de segurança norte-americano @JakeSullivan46 o convite do presidente @JoeBiden para visitá-lo na Casa Branca. Estou animado para conversar com o presidente Biden e aprofundar a relação entre nossos países 🇧🇷🇺🇸
📸: @ricardostuckert pic.twitter.com/kzdEQfQedC
— Lula (@LulaOficial) December 5, 2022
“Estoy entusiasmado de hablar con el presidente Biden y profundizar la relación entre nuestros países”, dijo Lula, acompañado de una foto junto a Sullivan y las banderas de ambos países.
La Casa Blanca dejó en claro la importancia que tiene para Biden la relación con Lula. Su vocera, Karine Jean-Pierre, dijo en su habitual conferencia de prensa que el vínculo era algo “muy importante” para el mandatario norteamericano, y que el encuentro había dejado una “conversación productiva” y muy amplia, y la intención oficial era ponerse a trabajar con el nuevo gobierno lo más rápido posible y profundizar la relación bilateral.
“Esto es muy importante para el presidente”, dijo la vocera de la Casa Blanca. “Hemos dicho antes, hemos estado trabajando con miembros de la administración entrante de Lula, eso no es nada nuevo, hemos hablado de eso, para que podamos comenzar a trabajar una vez que el presidente electo Lula se convierta en presidente en enero. Esto es algo que hemos tenido muy claro, muy transparente. Una vez más, queremos empezar a trabajar esa relación, esa importante relación bilateral que tenemos con Brasil”, completó la funcionaria.
Esta foto difundida por la oficina de prensa de Lula da Silva muestra al presidente electo de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y al asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, de pie para una foto durante una reunión en Brasilia, el 5 de diciembre de 2022. (RICARDO STUCKERT/)
El viaje de Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de Biden, y Juan González, el principal funcionario de la Casa Blanca para América latina, fue un testamento de la urgencia de la administración demócrata por reactivar la relación con el Planalto y con Lula luego de dos años muy difíciles con el presidente Jair Bolsonaro, quien siempre reconoció abiertamente su simpatía por Donald Trump. Bolsonaro tiene profundas diferencias con el gobierno de Biden, sobre todo en algunos temas, como la lucha contra el cambio climático y la deforestación del Amazonas. La agenda de Lula aparece mucho más alineada con las prioridades de Biden, más allá de que ambos gobiernos quizá deban también administrar, a futuro, eventuales focos de tensión, como la relación con Irán, China, Cuba o Venezuela.
El comunicado de la Casa Blanca sobre el encuentro dijo que Sullivan felicitó a Lula por su victoria electoral, y discutió la importancia de mantener abiertos los canales de comunicación entre los dos países durante la transición. También discutieron cómo Estados Unidos y Brasil “pueden continuar trabajando juntos para abordar desafíos comunes, incluida la lucha contra el cambio climático, salvaguardar la seguridad alimentaria, promover la inclusión, la democracia, la paz y la estabilidad internacionales y gestionar la migración regional”. Sullivan extendió la invitación en nombre de Biden para Lula visite Washington. El encuentro llego luego de un llamado de Biden con Lula, en octubre último. Lula asumirá el 1 de enero próximo.
El retorno de Lula al Planalto fue recibido con enorme expectativa en Washington al abrir la posibilidad de reforzar una relación bilateral vital para movilizar la agenda hemisférica. Una de las dificultades que ha encontrado el vínculo entre el gobierno de Biden y Américal latina ha sido la falta de comunión, cooperación y coordinación entre los gobiernos regionales, y la ausencia de un liderazgo fuerte claro que permita tender puentes. El gobierno de Alberto Fernández apuntó a cubrir ese vacío, pero más allá de haber tejido una relación aceitada con el gobierno de Biden, la Casa Rosada nunca logró liderar a un conglomerado regional.
La agenda de temas que manejaron los enviados de Biden y Lula durante su encuentro, que se estiró por más de una hora, fue mucho más allá de las fronteras de Brasil. Amorim dijo a periodistas después de la reunión que no se había fijado una fecha para una visita a la Casa Blanca, y que Sullivan mencionó la posible necesidad de una fuerza de seguridad internacional para Haití, dada la grave situación en el país caribeño. Amorim también dijo que Sullivan destacó la importancia de la victoria de Lula para fortalecer la democracia en la región.