Beyoncé hace historia en unos Grammy que eligen para disco del año a Harry Styles

Beyoncé se sienta ya en el trono de los Grammy, aunque aún sin corona. Este domingo, en la 65ª edición de los premios de la Academia de Grabación de Estados Unidos, la artista de Houston consiguió gracias a su disco ‘Renaissance’ cuatro premios, incluyendo el de mejor disco de dance, y batió el récord que desde 1997 ostentaba el director de orquesta Georg Solti. Con 32 gramófonos, es ya la artista más premiada en la historia de estos galardones.

La celebración, no obstante, no pudo ser completa y Beyoncé, que gracias a las nueve nominaciones de este año acumulaba igualada a su esposo Jay Z también el récord de candidaturas (88), sigue sin haber recogido el premio a mejor disco del año, un reconocimiento que en esta edición ha ido a parar a Harry Styles por ‘Harry’s House’. La lista de mujeres negras con el premio a mejor disco sigue estancada en tres: Natalie Cole, Whitney Houston y Lauryn Hill, la última en conseguirlo, allá por 1999.

Bonnie Raitt y Lizzo

Tampoco pudo Beyoncé repetir en la única de las tres categorías grandes que ha ganado, la de mejor canción, que conquistó la década pasada con ‘All the single ladies’. Porque los académicos decidieron reconocer en la categoría el talento veterano y el trabajo emocionante de Bonnie Raitt en ‘Just like that’, una balada folk sobre una madre que conoce al receptor del corazón trasplantado de su hijo y con la que la cantante y compositora suma su undécimo Grammy.

La triunfal noche con asterisco de Beyoncé mantendrá seguro vivas y encendidas las voces que ven demasiadas cuentas pendientes de los Grammy con música y artistas negros, aunque los académicos este año dejaron reconocimientos importantes en este terreno. El premio a mejor nueva artista fue para Samara Joy, una cantante negra de jazz del Bronx. Y la artista de voz monumental y positivismo desbordante que es Lizzo se llevó el premio a mejor grabación por ‘Damn Time’.

Fue la cantante de Detroit quien, con su gramófono en el escenario, además de dedicar el premio a Prince, hablar con esperanza de humanos que “no solo hacemos cosas buenas, sino que somos inherentemente buenos” y de diseminar el mensaje de la importancia de “ser fiel a uno mismo”, tuvo palabras emocionadas para Beyoncé. Le recordó que se saltó clases en la escuela para verle en concierto. “Eres la artista de nuestras vidas”, le dijo.

Cambios en la Academia

En la gala también quedaron expuestos otros esfuerzos de una Academia de Grabación cuestionada por su conservadurismo, la dudosa transparencia de su proceso de nominación y la falta de diversidad racial y de género entre sus ganadores, por hacer algo de justicia a esos artistas y géneros con los que ha tenido una cuestionable relación hasta ahora.

Se estrenó, por ejemplo, el premio Dr. Dre de Impacto Global que fue a parar a… Dr. Dre. Y el indiscutible número estrella de la noche fue una celebración de los 50 años del hip hop, posiblemente el más influyente y maltratado de los géneros en los Grammy, y cuyo nacimiento se marca en una fiesta que organizó el 11 de agosto de 1973 DJ Kool Here en el 1520 de la Avenida Sedgwick en el Bronx.

A lo largo de 12 minutos, en un repaso orquestado por Questlove e interpretado por 33 artistas como Grandmaster Flash, Run-DMC, LL Cool J, Slat-N-Pepa, Rakim, De la Soul, Ice-T, Queen Latifah, Busta Rhymes, Missy Elliot, Lil Baby, GloRilla y Lil Uzi Vert se recorrieron en tres actos movimientos, estilos, regiones y generaciones.

La Academia, además, asegura que está cambiando. En su composición desde 2019 hay según los datos que ha facilitado 19% más de mujeres y 38% más de representantes de “comunidades tradicionalmente infrarrepresentadas”. Y algo ciertamente perspiró en esta edición.

La gala televisiva, que tras la pandemia y un viaje a Las Vegas volvía a Los Ángeles y fue conducida por el cómico Trevor Noah, la abrió Bad Bunny cantando en español. Y el puertorriqueño ya había hecho también su propia historia colocando ‘Un verano sin ti’ , premiado como mejor disco de música urbana, como el primer trabajo grabado íntegramente en español que entraba entre los finalistas a mejor disco del año.

Fue también una noche en la que hubo hitos para la comunidad LGTBQ gracias a Kim Petras, primera transgénero premiada en la categoría de mejor dúo por ‘Unholy’, su grabación con Sam Smith. Y en su emocionado triplete de agradecimientos: a la fallecida influyente productora trans SOPHIE, a Madonna (que hizo una aparición para presentar precisamente la actuación de Petras y Smith) y a su madre. “Crecí al lado de una autopista en ninguna parte y mi madre me creyó que era una chica. No estaría aquí sin ella y su apoyo”, dijo Petras.

Esta edición dio, además, otro Grammy para Rosalía. En la ceremonia previa a la retransmitida por televisión, en la que se entregaron 79 de los 91 galardones, la de Sant Esteve Sesrovires se llevó con ‘Motomami’ el premio a mejor disco latino de rock o alternativo. El que no pudo cosechar fue el de vídeo musical de formato largo por “Motomami (Tik Tok Live Performance)”, y en esa categoría el galardón se lo llevó ‘Jazz Fest: A New Orleans Story’, un documental de hora y media sobre el festival anual que se celebra en la ciudad de Louisiana.

 

Generated by Feedzy