En su última intervención en la Asamblea de Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ha deseado la imputación para su exconsejero de Políticas Sociales en la anterior legislatura, el que fuera responsable de las residencias de mayores durante la pandemia y denunció la existencia de los “protocolos de la vergüenza”. Alberto Reyero ha declarado como testigo este jueves por la mañana en los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid en relación precisamente a los protocolos para no derivar a ancianos de residencias a hospitales en la primera ola del coronavirus y Ayuso ha confiado en que sus palabras lleven al juez a imputarle.
“Espero que el segundo señor que me ha mencionado salga hoy imputado de sus declaraciones”, ha contestado la presidenta madrileña a la portavoz de Más Madrid, Mónica García, que ha aprovechado su último pleno para recordar a los diputados que este ha sido el mayor drama que ha acompañado a Ayuso durante sus cuatro años de Gobierno. “En octubre del año pasado, usted dijo aquí que ni existieron ni se aplicaron los protocolos de la vergüenza. Hoy, el señor Mur, director general de su Gobierno, y el señor Reyero, comparecen en los tribunales obligados a decir toda la verdad, y antes de que la dejen a usted en evidencia, le ofrezco la última oportunidad para decir la verdad, reconocer que 7.291 mayores murieron de forma indigna, y pedir perdón”.
Exconsejero de Ciudadanos
García ha censurado que el Gobierno de Ayuso, del que Reyero formó parte entre 2019 y 2021 cuando el PP gobernaba en coalición con Ciudadanos, dejara “a los pies de los caballos a miles de ancianos” dejándolos morir en las residencias, pero ha insistido en que esto no es historia pasada sino que tras las muertes, el Ejecutivo regional ha dejado de ocuparse de los mayores, en referencia a las denuncias por las malas condiciones de algunos centros y los servicios que ofrecen: “De dejarlos morir indignamente a dejarlos vivir indignamente”. La intervención de García, muy dura, ha incluido preguntas retóricas para la presidenta: “En qué momento de su carrera política se deshumanizo, perdió su alma por contratos indecentes”.
Pero la presidenta ha evitado entrar al trapo, ha acusado a la portavoz de Más Madrid de mentir permanentemente en la cámara regional y ha defendido que los mayores madrileños están “orgullosos de que las residencias se hayan convertido en sus hogares”.
