La verbalización de Yolanda Díaz como aspirante a la presidencia del Gobierno está provocando un reajuste en el mapa electoral de la izquierda, pero también un cambio en el discurso de la derecha. Alberto Núñez Feijóo comparte historia política de Galicia con Díaz y desde que fue nombrado presidente del PP ha lanzado dardos y advertencias sobre la vicepresidenta segunda, pero entre sus barones territoriales el enemigo a batir ha sido siempre Pedro Sánchez. Hasta ahora. Isabel Díaz Ayuso arremetió este lunes contra ella colocándola por primera vez al mismo nivel que Sánchez, hablando de “connivencia” entre ambos, “factoría Sánchez-Yolanda Díaz” o sobre cómo la vicepresidenta “bebe los vientos” por el secretario general socialista.
En la izquierda madrileña, especialmente en el PSOE, llevan semanas diciendo que Ayuso necesita “polarizar” el voto y movilizar a su favor al electorado que rechaza a Sánchez para buscar el mismo efecto que logró en las elecciones de 2021, cuando logró doblar los votos del PP provocando que Pablo Iglesias abandonara formalmente la política. Una “alta abstención”, reconocen en la formación, podría “beneficiar a Ayuso” según leen en los sondeos, porque quien podría quedarse en casa es precisamente el votante descontento con la izquierda. Lo dicen con el foco puesto en el cinturón del sur, que una vez fue rojo pero en el que Ayuso arrasó en las últimas elecciones. Ahí es también donde tiene puesto el ojo Más Madrid, que creció en esos municipios a costa también del PSOE y donde intentan pescar por igual todos los partidos en busca de un voto transversal. La referencia de Ayuso a la “factoría” conjunta Sánchez-Díaz es también una forma de perjudicar a la candidatura de Más Madrid, cuya líder Mónica García estuvo en primera línea en el acto de presentación de Sumar junto a la vicepresidenta.
“Tren de vida” de Díaz
Este lunes la presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP ha unido a su confrontación habitual con Sánchez críticas a Díaz que buscan neutralizar el optimismo que las últimas encuestas muestran hacia esta nueva candidatura de la izquierda y desdibujar a Díaz: “Ella no deja el Falcon y el tren de vida en el que se ha instalado y él (Sánchez) no desaparece después del hundimiento de Podemos”.
En el PP evitan hablar de nueva estrategia o de Díaz como nueva diana en la estrategia popular, se limitan a decir que la presentación de Sumar “está reciente” y que esa es la causa de que estos días se escuche a Ayuso hablar de la vicepresidenta segunda.
“Populismo de izquierda”
Aunque el grueso de sus críticas siguen centradas en Sánchez, como es habitual, la presidenta regional ha aludido este lunes al triángulo de “La Moncloa, Galapagar y Cercedilla”, este último en referencia a una residencia que tiene allí a Mónica García, para asegurar que desde estos tres puntos, según las previsiones del PP, se lanzarán “bulos” en los próximos 48 días (los que restan hasta la cita electoral del 28 de mayo) con el fin de evitar hablar de los aspectos positivos de la región que dependen de la gestión de la Comunidad.
La imagen que de Diaz ha querido trasladar Ayuso es más o menos la de la loba con piel de cordero, la de “una ultraizquierda populista vestida de blanco que susurra con palabras infantiles a los pobres que ella misma provoca con sus decisiones”. Si Sánchez es el presidente que, según la dirigente popular, peor trata a España en general y a la Comunidad de Madrid en particular, con hasta diez puntos que glosó a modo resumen (desde los pactos con Bildu a los indultos a los dirigentes independentistas catalanes, “dos estados de alarma que minaron el Estado de derecho”, la ley del solo sí es sí o las menciones a Pegasus, entre otros), Díaz se ha convertido desde que presentó Sumar el pasado 2 de abril en “la vicepresidenta más ineficaz de la historia de España”.