Ataque de motochorros: le dispararon y le robaron la moto cerca de la entrada del country Laguna del Sol

La ola de violentísimos asaltos a motociclistas amenaza con convertirse en una nueva pandemia en el conurbano, pero en materia de inseguridad. Al igual que hace un mes, cuando dos delincuentes juveniles asesinaron al empresario agropecuario Andrés Blaquier para robarle su BMW 1200 a la altura del kilómetro 50 de la Panamericana, en Pilar, la zona norte del Gran Buenos Aires fue escenario de un nuevo golpe.

Esta vez, un profesor de un tradicional colegio de Nordelta fue baleado en la cara por delincuentes que lo atacaron en el corredor Bancalari, prácticamente frente al country Laguna del Sol, en Benavídez. La víctima está internada, fuera de peligro, pero en shock. El disparo le destrozó la boca; perdió hueso de ambos maxilares y varias piezas dentales, según pudo saber LA NACION.

Habían pasado apenas cinco minutos de las 8. A esa hora, en el corredor que va desde la ruta 202 hasta Benavídez y comunica varios barrios cerrados y colegios de Tigre, el tránsito es intenso. Madres y padres vuelven a sus casas después de llevar a sus hijos a la escuela. Muchos salen a trabajar.

Entre ellos, P. A., un profesor de educación física de 41 años. Conducía su Honda XR 150 negra en sentido norte cuando, a 100 metros de la entrada de Laguna del Sol, fue interceptado por dos motochorros, que después de balearlo en la cara le robaron la moto y escaparon. Así lo pudo reconstruir LA NACION de fuentes policiales, judiciales y con el testimonio de una vecina que socorrió a la víctima.

“Acababa de dejar a mi hijo en el colegio. Yo circulaba detrás de la víctima. Vi como los delincuentes, que circulaban en una moto, se le pusieron a la par y escuché un ruido muy fuerte”, afirmó la testigo.

Cuando el delincuente que conducía la moto se le puso a la par a P. A., su cómplice le disparó a corta distancia. La víctima pensó que le había pegado con la culata de un arma de fuego. De hecho, lo primero que dijo después del robo fue: “Me pegaron un culatazo”. Pero, más tarde, la pregunta que se haría sería terrible: “¿Tengo una bala?”.

Según se ve en la filmación de una cámara de seguridad, la víctima, aun herida, se bajó de la moto, que quedó en medio del asfalto.

El motochorro que le disparó, entonces, se subió a la moto de P. A. y escapó detrás de su cómplice. “La víctima estaba en shock. Me bajé de la camioneta y traté de ayudarlo. Otro conductor detuvo la marcha y le dio agua mineral”, contó a LA NACION la testigo.

La mujer que vio el robo le preguntó a la víctima si creía que lo habían seguido. El hombre le respondió que creía que no, que se había tratado de un robo al voleo.

P. A. vive en el barrio porteño de Saavedra y es profesor de educación física en Northlands School. Cuando sufrió el ataque se dirigía a la sede del establecimiento educativo en Nordelta, Tigre. Tiene otra en Olivos.

“Sospechamos que se trató de un robo al voleo. La víctima fue elegida al azar por los dos motochorros”, dijo una fuente del caso.

En un comunicado dirigido a la comunidad educativa, la directora general del colegio, Lucila Minvielle sostuvo: “Queremos comunicarles que en el día de hoy un miembro de nuestro personal docente fue atacado por delincuentes con el objetivo de robarle mientras conducía su moto por el corredor Bancalari, camino a Benavídez. Ya está recibiendo la atención médica necesaria y está acompañado por familiares. Entendemos que está fuera de peligro. Lamentablemente, este es el segundo hecho delictivo sufrido por un miembro de nuestra comunidad en los últimos días”.

Internado y en shock

Como se dijo, en un momento se pensó que P. A. había sido golpeado con la culata de arma. El disparo fue advertido cuando a la víctima le hicieron una radiografía. “El estudio determinó que la víctima tenía un proyectil o un perdigón a la altura de la mandíbula”, agregaron las fuentes consultadas.

Ahora, P. A. está internado en una clínica de San Isidro, donde será intervenido quirúrgicamente.

Efectivos de la policía bonaerense y del Centro de Operaciones Tigre (COT) tomaron intervención de oficio, antes de que la víctima hiciera la denuncia y pudieron reconstruir, a partir del análisis de cámaras de seguridad, el recorrido que hicieron los motochorros después del ataque al profesor de gimnasia.

“Tras el robo, en una rotonda, los delincuentes cambiaron el sentido de circulación y se dirigieron hacia el sur”, explicó una fuente policial que participa de la pesquisa. La investigación del caso quedó a cargo del fiscal José Amallo.

Según fuentes oficiales consultadas por LA NACION, hace dos años que no había un ataque de motochorros en el corredor Bancalari.

No obstante, en Northlands hay preocupación por la reiteración de hechos. El comunicado firmado por su directora general, Lucila Minvielle, recalca: “Las autoridades del Colegio y su comunidad los acompaña en este momento que atraviesan, luego de vivenciar estos incidentes tan violentos y repudiables. Iniciaremos acciones inmediatas ante la Municipalidad de Tigre para reclamar mayores medidas de seguridad en la zona”.

Fuentes de la Municipalidad de Tigre explicaron a LA NACION: “Según estadísticas de la provincia de Buenos Aires, somos el distrito con mayor porcentaje de patrullaje, con un 93%. Además, estamos incrementando los controles en las entradas y salidas del municipio”.

 

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