PUNTA DEL ESTE (Enviada especial).- El despliegue estuvo a la altura de lo prometido. Anoche, en la principal ciudad balnearia de Uruguay, miles de personas salieron a festejar la llegada del Año Nuevo en una escena que remitió a tiempos sin pandemia.
Algunos comieron 12 uvas, otros subieron a una silla 12 veces. No faltaron tradiciones de todo tipo en la noche más convocante de Punta del Este, donde las fiestas multitudinarias marcaron la agenda después de la medianoche.
En la zona de la península, los muelles de la Playa Mansa volvieron a llenarse de locales y turistas. Agolpados, los espectadores vieron en primera fila un show de fuegos artificiales que se extendió durante varios minutos. Se alzaron las copas en los brindis y lo que siguió fue el comienzo de los festejos.
Laguna Blanca, donde cientos de personas se reunieron antes de las fiestas (Domitila Dellacha/)
El tránsito se comenzó a cargar en todos los rincones de la ciudad a partir de la 1 de la madrugada. El movimiento se correspondía con los encuentros –principalmente entre amigos– antes de dirigirse a las fiestas.
El barrio privado Laguna Blanca, en la zona de Manantiales, vio el ingreso de cientos de jóvenes a pie o en auto. De punta en blanco, la mayoría de los grupos se reunieron en dos casas, que ya son históricas sedes de previa antes de las celebraciones. En Terrazas de Manantiales, el complejo creado por Franco Macri y que pasó a ser un ícono del balneario uruguayo, la movida se replicó.
“Es el lugar donde siempre veranean mis amigos y mi familia, por eso me encanta venir”, señaló Delfina Hermansson, una abogada porteña de 29 años que eligió Punta del Este para sus vacaciones.
Miles bailaron hasta bien entrada la mañana en la fiesta de Jet, en CasaMar (Gentileza CasaMar/)
La ruta 10, principal arteria de circulación que conecta La Barra hasta José Ignacio, se volvió un desfile de autos estacionados en medio de un fuerte operativo de seguridad.
Los brillos, el glitter en la cara y el uso de colores blancos para recibir el año ya se volvieron un uniforme para la amplia mayoría. No obstante, el triunfo de la selección argentina en el Mundial Qatar 2022 pisó fuerte: hubo varios que eligieron salir con la camiseta del equipo nacional por el Este.
Las consignas mundialistas aterrizaron de lleno en las fiestas. En el parador CasaMar, en Montoya, unas 8000 personas bailaron al compás de “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar” mientras en pantallas gigantes a los costados del DJ se iluminaban banderas argentinas. Así, la quinta edición de Jet en Punta del Este reunió a gente de todas las edades (incluso las dividió por sección, según grupo etario), además de haber convocado a un conjunto de celebrities a comer para recibir las 12.
El Club de Playa, con una convocatoria que sumó a unas 3000 personas en Manantiales (Domitila Dellacha/)
Benjamin y Gal Svartz, dos mellizos de Nueva York, Estados Unidos, viajaron a Punta del Este para pasar Año Nuevo con amigos por primera vez en Uruguay. “Es muy divertido, pero los precios son altos. Es prácticamente lo mismo que se ve en Manhattan”, evaluaron, frente a la barra.
La fiesta Jet se manejaba con un sistema cashless. La gente debía pasar por una estación para recargar una tarjeta, ya sea con efectivo o crédito. Así pasaban a las barras, donde había oferta de todo tipo de bebidas, incluso un puesto de gomitas y golosinas. ¿El precio de una cerveza? 18 dólares. ¿De un trago clásico? Entre 18 y 25 dólares. ¿Una botella de vodka? 230 dólares. Las bebidas sin alcohol eran las únicas que se vendían en pesos uruguayos: un agua, 12 pesos uruguayos (unos 30 centavos de dólares); un pack de seis aguas o cuatro gaseosas cotizaba unos 50 uruguayos (1,5 dólares estadounidenses).
Los paradores y restaurantes Narbona, Club de Playa, El Placer, Mar y Fuego fueron solo algunas de las otras sedes esteñas que convocaron miles de personas. Los llamados Big Five –los grandes hoteles cinco estrellas: Enjoy, Fasano, Vik Retreats, The Grand Hotel y Solanas– también hicieron bailar a locales y turistas hasta pasadas las 9 de la mañana.
After y más fiestas por delante
Tras las megarecepciones de 2023, se abre ahora paso a más celebraciones. Con la música electrónica como uno de los eternos protagonistas en el Este, el DJ francés David Guetta vuelve al balneario uruguayo para presentarse en la Parada 6 de la Playa Brava, el 2 de enero. Por su parte, el italiano Marco Carola encabezará el line up de Music On, el martes 3 en Open Park.
El abultado calendario de eventos continúa: Monlink y Eelke Klejin, en un evento sunset el mismo día que Carola; Claptone, el 4 de enero; The Martinez Brothers, en Mar y Fuego, también el 4; el DJ argentino Meme Bouquet encabezará el festival Balvicio, en Open Park. el 5; Arbat será anfitrión el 6 de enero en Open Park; Kolombo encenderá el baile en Mar y Fuego durante el atardecer del 6 y Who Made Who también cerrará allí el sábado 7.
Además, después del éxito del último verano, el mismo lugar será anfitrión de la fiesta argentina que se exporta al mundo: Bresh. La convocatoria ya agotó su preventa y ahora tiene en oferta entradas por US$50.