El Joventut de Badalona logró la tercera victoria consecutiva en una semana al imponerse al Carplus Fuenlabrada (81-85) por la Liga ACB, en un partido que dominó desde el inicio pero que en el que acabó sufriendo en exceso en los últimos minutos y en el que destacó la actuación del dominicano Andrés Feliz con 16 puntos y el croata Ante Tomic con siete asistencias.
El equipo catalán empezó a cimentar su triunfo con un gran primer cuarto en el que el alto ritmo de juego pilló desprevenido al Fuenlabrada, que no supo parar el tiro exterior de su rival, sobre todo del estadounidense Henry Ellenson, que anotó tres triples en estos diez primeros minutos.
El mejor aliado de Ellenson fue Joel Parra, que hizo sufrir mucho al Fuenlabrada, resignado a jugadas a la contra con las que logró seis puntos y tener ciertas esperanzas de acercarse en el marcador. Sin embargo, en el momento clave, los fallos bajo el aro del equipo madrileño permitieron al Joventut marcharse al descanso con una cómoda ventaja de diez puntos que pudo ser mayor si el serbio Dusan Ristic no hubiera anotado un triple antes del pitido final.
Tras el descanso el partido siguió con la misma tónica que concluyó el segundo cuarto. Joventut siguió llevando la iniciativa del juego y llegó a tener dieciséis puntos de ventaja, aupado por el acierto que demostró Andrés Feliz con tres triples anotados de cuatro intentos.
La abultada renta del cuadro catalán no mermó los ánimos del equipo madrileño, que se encomendó al estadounidense Lasan Kromah para tratar de recortar esa diferencia, algo que no ocurrió hasta el último cuarto, cuando salió en tromba y, bajo la batuta de Juan Fernández y Jeremy Senglin, fue acercándose en el marcador hasta el punto de llegar a los cuarenta últimos segundos a solo tres puntos del Joventut.
Esos últimos instantes se hicieron eternos por las continuas interrupciones con faltas y tiempos muertos de ambos equipos. Un triple de Jovan Novak dio esperanzas al Fuenlabrada aunque dos tiros libres anotados por Joel Parra, con sangre fría, a falta de cuatro segundos acabaron con las esperanzas de la afición local.