Alivio en los territorios del PSOE: ni miedo al relato de Podemos ni a cambiar la ley con el PP

Apoyo sin fisuras en las organizaciones territoriales del PSOE a la reforma de la ley del sólo sí es sí. Tarde -casi cuatro meses después de que se conocieran las primeras rebajas de penas a delincuentes sexuales- pero se ha presentado. Barones y secretarios generales lo habían pedido de manera insistente. Los primeros días, casi al compás de las ministras con mando en el partido, María Jesús Montero y Pilar Alegría, ya pidieron públicamente que se corrigiera la norma. Las siguientes semanas, de forma más discreta, con llamadas a Ferraz, inquietos porque el Gobierno no ofrecía una respuesta jurídica y política al goteo de reducciones de penas.

Ahora, con las elecciones autonómicas y municipales de mayo muy próximas, la modificación de la ley se recibe con alivio ante la certeza de que este asunto les ocasionaba un desgaste mayor que los cambios en el delito de malversación. Por eso, según distintas fuentes territoriales consultadas, ni preocupa el relato de Podemos contra la reforma socialista y sus críticas a que se vuelve al Código Penal anterior, ni que finalmente se apruebe con el PP.

Fuera de Madrid la perspectiva aparece despojada de maleza y lo único que se observa es que es “imprescindible” la modificación. “Hay que seguir adelante. Ojalá con acuerdo y si no, sin él”, resume un dirigente, que pone voz al sentir general de la organización. Con Podemos o sin ellos. “Qué sigan dialogando”, se recomienda desde un territorio pero, subrayan, “lo que se tiene que imponer es que vamos a solucionar un problema técnico, con un ajuste técnico, que mantiene el consentimiento en el centro de la ley” que, en definitiva, es el razonamiento de Ferraz.

Es ahora con la rectificación cuando el bloque socialista del Gobierno y la dirección del partido se alinea con las federaciones del PSOE, donde, recuerdan, llevan meses pidiendo el cambio. “Ya lo dijimos desde el principio. Había que reformar la ley”, apostillan desde una región. Incluso en el núcleo duro del Ejecutivo y en el del PSOE admiten que han detectado una respuesta muy satisfactoria en los territorios por el hecho de marcar distancias con Podemos. “Muchas decisiones del Gobierno no se han comprendido”, reconocen, aunque, añaden, “también hay cosas que no se han podido explicar”.

El cambio cohesiona al PSOE

Esta semana varios presidentes autonómicos se han pronunciado públicamente para respaldar la proposición de ley del grupo socialista y restar importancia a que se pueda aprobar sin el aval de Podemos. Javier Lambán (Aragón) aseguró que al PSOE “en materia de feminismo no le tiene que dar lecciones absolutamente nadie”. La ley es una “calamidad” porque sus efectos -la reducción de penas- son “inquietantes” y “desalentadores”. Está “en las antípodas de lo que se pretendía”, por eso, continuó, “aplaudo al presidente para que de manera unilateral o pactada” promueva la modificación. “La ciudadanía no está entendiendo lo que ocurre y los gobiernos estamos para transmitir certezas“.

Emiliano García-Page, en respuesta a un tuit de Pablo Iglesias, sobre la satisfacción del presidente de Castilla-La Mancha y de Lambán con el cambio, sostuvo que “una chapuza es una chapuza, se haga desde la izquierda o desde la derecha”. “Quien más interés tendría que tener en arreglarla es quien la ha gestionado”.

El relato “perdido” de Podemos

Por este motivo, en la organización no inquieta que Podemos pueda ganar este batalla ante la opinión pública y que cale la idea de que con el cambio “se vuelve al Código Penal de la Manada”. A pesar de que el propio portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, expresó ese temor en la reunión el martes con diputados y senadores y les demandó un esfuerzo de explicación.

“Temor ninguno”, defienden desde una comunidad. “Podemos ha hecho una ley que está permitiendo las rebajas de penas y excarcelaciones”. “Tienen perdido el relato”, concluyen. En la misma línea otras fuentes del partido destacan que “el relato de todo esto es una vía que termina en una estación en las que los agresores sexuales están viendo reducidas sus condenas o saliendo de la cárcel. No hay relato que tape eso”. Aquí, prosiguen, “perdemos todos, pero las que más pierden son las víctimas y en el PSOE estamos pensando en ellas”.

“Hay que hacerlo aunque sea con el PP”

Y puesto que en el partido, como en el Gobierno, ven factible que la reforma acabe saliendo sin Podemos, no hay ninguna penalización a que se aprueba con el PP, algo que Moncloa ya contempla. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, lo exponía el martes desde Bruselas. “El PSOE va a hacer lo que tiene que hacer, que es lo que dicta el sentido que el 90% de los ciudadanos tiene. Hay un problema y hay que resolverlo de la forma más consensuada posible”, manifestó. Y lograrlo, añadió, con “aquellos que quieran tomar la decisión sin afectar al núcleo de la ley“.

Esta idea es la que apuntalan también fuentes de su región. “Hay que hacerlo aunque sea con el PP”. “Este problema se tiene que atajar”. Aunque la preferencia sería hacerlo con los socios de Gobierno, “no se puede mantener más tiempo la brecha por la que se cuelen los agresores”.

Lo habían pedido todos y con absoluta claridad. También la presidenta de La Rioja, Concha Andreu; la de Baleares, Francina Armengol, el de Asturias, Adrián Barbón, y el de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. La modificación no afectará al goteo de rebajas de penas, que se seguirán produciendo, pero, al menos, las condenas no serán menores que en el anterior Código Penal para las agresiones sexuales que se cometan, una vez que la modificación entre en vigor. Y en los territorios tendrán una respuesta que dar frente a este escándalo. Al menos un ‘no se hizo bien, pero para el futuro lo hemos corregido’.

 

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