La primavera es la estación que asociamos al buen tiempo, a los días más largos y al cambio de hora. Pero, para millones de personas supone la llegada de algo no tan agradable: las alergias al polen. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, en torno a ocho millones de españoles sufren alergia a pólenes y experimentan síntomas en primavera. Las personas alérgicas a estos granitos producidos por las plantas los perciben como nocivos, lo que hace que su cuerpo genere una respuesta del sistema inmune, y produzca, entre otras sustancias químicas, la histamina, que provoca lagrimeo, estornudos, conjuntivitis, rinitis, dificultad respiratoria y otros síntomas típicos de la alergia.
Las alergias de primavera afectan a las vías respiratorias, pero ¿cómo afectan a los ojos?. Los síntomas más comunes son la denominada conjuntivitis alérgica, que es una inflamación que afecta a la membrana mucosa que cubre la parte posterior del párpado y la parte anterior del globo ocular. La alergia provoca sequedad ocular, ojos rojos, lagrimeo, picor en los ojos, escozor, sensación de ardor e incluso hasta visión borrosa. Aunque la alergia en sí, es difícil de evitar, los expertos de General Optica nos dan unos consejos para intentar aliviar sus síntomas:
Exponerse al polen lo menos posible
Hay que procurar exponerse al polen lo menos posible. Aunque esto es fácil decirlo, es más difícil de hacer, ya que hay veces que no se puede evitar. Los parques y lugares con un mayor número de plantas son las zonas que mayor concentración de polen tienen y las que deberíamos evitar. Además, a la hora de salir de casa, es mejor hacerlo por la tarde que desciende el nivel de polen en el aire.
Protegerse al salir a la calle
Cómo es complicado no salir a la calle lo mejor que podemos hacer es protegernos, para ello, es conveniente que utilicemos gafas de sol para proteger nuestros ojos, cuánto más grandes mejor, así estaremos más protegidos, son ideales para esta época del año las gafas que tapan el lateral de los ojos. También es recomendable usar mascarillas los días de más polinización.Darse una ducha al volver a casa
En los días con más concentración de polen es conveniente darse una ducha al llegar a casa para eliminar el polen que se haya podido acumular en el cuerpo y pelo, y lavar la ropa que se ha usado.
Tender la ropa en el interior
Una vez que se ha lavado la ropa es importante no tenderla en el exterior, ya que se podría volver a llenar de polen. Si se puede, es mejor tender la ropa en el interior de la vivienda.
Mantener las ventanas de casa cerradas
Para intentar que el polen afecte lo menos posible es importante mantener las ventanas de casa cerradas para que no entre dentro, especialmente cuando hace viento. Con diez minutos es más que suficiente para ventilar la casa y las mejores horas del día son antes del amanecer, al finalizar la tarde y temprano en la noche, que es cuando menos concentración de polen hay.
Limpiar la casa más a menudo
Otro remedio para mantener el polen alejado es limpiar la casa lo máximo posible, lo ideal es usar trapos húmedos que atrapan mejor el polen.
Usar filtros en la vivienda
Existen filtros especiales para el polen que se pueden poner en el aire acondicionado para tener la vivienda lo más limpia posible cuando este se utilice, además, también se pueden usar máquinas purificadoras de aire.
No frotarse los ojos
Es muy importante no tocarse o frotarse los ojos, especialmente si ya se tienen síntomas de alergia, ya que lo único que se consigue es irritarlos más y aumentan las posibilidades de contraer algún tipo de infección. Si utilizamos lentillas debemos mantener unos hábitos de limpieza correcta y seguir las instrucciones de nuestro óptico de confianza.
Aliviar el picor
Se pueden usar compresas frías para aliviar el picor y la hinchazón de los ojos y lágrimas artificiales para que los ojos estén hidratados y evitar que se sequen. Además, las lágrimas artificiales ayudan a limpiar cualquier alérgeno que haya en el ojo y alivia la irritación.
Acudir a un profesional
Hay diversas medicinas que pueden aliviar los síntomas de las alergias, pero siempre hay que consultar al alergólogo cuál es la idónea para cada uno en función del tipo y la intensidad de nuestra alergia.