El presidente argentino Alberto Fernández sufrió el martes una gastritis erosiva durante su estancia en Indonesia por la celebración de la cumbre del G20 que lo obligó a recibir tratamiento médico, tras lo cual retomó su actividad y mantuvo una reunión bilateral con su par chino, Xi Jinping.
Fernández, de 63 años, fue diagnosticado durante la madrugada de Argentina con una gastritis “con signos de sangrado, recibió el tratamiento médico adecuado, encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, dijo un parte de la Unidad Médica Presidencial firmado por el médico Federico Saavedra.
Después del episodio, Fernández y Xi dialogaron durante 20 minutos en el Hotel Mulia de Bali. En el encuentro, del cual se publicaron imágenes y se vio al mandatario sonriendo, estuvieron, entre otros miembros del gabinete argentino, el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Economía Sergio Massa.
Según dijo la agencia oficial de noticias Télam, el presidente argentino “tuvo un episodio complicado porque sangró mucho”y eso le provocó hipotensión y mareos.
La agencia indicó, basándose en “voceros oficiales”, que Fernández fue trasladado al Sanglah General Hospital de Bali, acompañado por el ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin, y en ese centro asistencial le hicieron estudios y le aplicaron suero.
Antes de este episodio, el presidente argentino había participado en la ceremonia de apertura de la cumbre, que se llevará a cabo martes y miércoles.
La agenda del mandatario en la cita internacional incluye la reunión con su par de China y con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, así como disertaciones ante mandatarios, entre otras actividades. El regreso a Buenos Aires está previsto el jueves.