Alberto Fernández no lograría cosechar los beneficios de la relación bilateral con Lula da Silva

El regreso a la presidencia de Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) el pasado domingo generó expectativas en la región por las promesas de campaña de impulsar la integración latinoamericana mediante el acuerdo del Mercosur-Unión Europea y la Unasur. Ese cambio de horizonte genera nuevas expectativas en el gobierno argentino, y llevó a Alberto Fernández a viajar a a Brasilia para saludar a su par brasileño. Esa cercanía revive ilusiones de que una nueva política exterior en la principal potencia económica de la región traiga consigo efectos positivos para la economía nacional.

Si bien los especialistas concuerdan en que un crecimiento económico de Brasil -ante la tracción bilateral mutua- favorecería a la Argentina, no existe un consenso sobre los plazos y la factibilidad del proceso de integración que promete Lula. Pero para la mayoría de los consultados, los tiempos juegan en contra: Fernández no lograría cosechar los beneficios antes del fin de su mandato.

“La integración del Mercosur con la Unión Europa es un desafío importante que se había empezado a firmar durante la presidencia de Mauricio Macri y que estratégicamente podría ser bueno para la Argentina. Pero falta mucho para recorrer y no va a ser la administración de Fernández, que está en su último año, con un desgaste enorme, la que lo pueda impulsar ni recoja sus beneficios”, afirmó Camilo Tiscornia, fundador de la consultora C&T Asesores Económicos, a LA NACION.

Así, aseguró que pese a que el kirchnerismo intenta encontrar similitudes con el discurso de Lula aún prevalecen las diferencias. Y que es más probable que encuentre un mayor respaldo para promover los acuerdos internacionales en el próximo gobierno que en el actual.

Mantuve una extraordinaria reunión bilateral con el flamante presidente de Brasil, @LulaOficial 🇧🇷

Conversamos sobre la importancia y la necesidad de profundizar el indisoluble e histórico vínculo entre ambos países, que durante los últimos años había sido difícil concretar. pic.twitter.com/R2DzwEEml4

— Alberto Fernández (@alferdez) January 2, 2023

Esa postura es compartida por el especialista y consultor en negocios internacionales Marcelo Elizondo quien abre interrogantes sobre la posibilidad de que los acuerdos comerciales se firmen este año. Dado que si bien el Mercosur ha iniciado negociaciones con Europa, India, Japón, Corea del Sur y Canadá, están lejos de concretarse. “El acuerdo Mercosur-Unión Europea llevará tiempo. El timing de la diplomacia internacional es lento; Lula recién empieza su período presidencial y tiene cuatro años por delante, por lo que la temporalidad es menos exigente”, sostuvo.

Por su parte, afirmó que pese a la utilización de los simbolismos políticos que pueda realizar el oficialismo con el regreso de Lula al poder, los lineamientos no serán los mismos que durante sus mandatos anteriores, debido a que ahora el líder de los trabajadores conforma un gobierno de coalición con ministros de centro y centro derecha que condicionarían su libertad de gestión. Esto sumado a que tampoco podrá beneficiarse de un contexto internacional favorable, ya que “los precios internacionales en el año 2023 no van a aumentar y el mundo se va a desacelerar por las políticas antiinflacionarias que se están aplicando”.

El análisis de la coyuntura que es compartido por el economista y director de Analytica Consultora, Claudio Caprarulo, quien afirmó: “Es difícil comparar o pensar que sea un gobierno similar al de su primera gobernación porque cambiaron las condiciones políticas y el contexto internacional”. Así, destacó que más allá de quien gobierne, Brasil es uno de los ejes principales de las exportaciones argentinas y con quién presenta un déficit comercial estructural que debería ser revertido.

“La Argentina, en los próximos años, va a necesitar de un ingreso de dólares del exterior para enfrentar los pesados vencimientos de deuda externa, en donde Brasil podría llegar a jugar un rol importante prestando una mayor integración no solo en lo comercial sino también en el financiero”, dijo.

Pero Dante Sica, economista, exministro de Producción y Trabajo durante la gestión de Mauricio Macri y fundador de la consultora Abeceb, Dante Sica, asegura que en la agenda internacional de la Argentina prevalecen dos políticas que podrían concretarse antes de fin de año y que serían beneficiosas: el acuerdo Mercosur-Unión Europa y el acceso al mercado brasileño.

“La Argentina tiene para ofrecer los productos que está demandando Europa pero carece de credibilidad por ser un violador de normas. Por lo que el Acuerdo Mercosur-Unión Europea resultaría de gran beneficio e incentivaría el arribo de nuevas inversiones extranjeras al país”, afirmó Sica.

Sin embargo, advirtió que a pesar de la competitividad de los productos alimenticios, bienes de capital y productos regionales argentinos existen trabas que impiden el acceso al mercado brasileño como la ausencia de certificaciones comunes. “Brasil nunca flexibilizó el acceso a su mercado y eso le ha permitido mantener su superávit fiscal con todos los socios comerciales mientras que los demás -salvo Paraguay- tienen déficit”, argumento.

La situación fue expuesta en un informe preliminar del Ministerio de Economía de Brasil que sostiene que la Argentina terminó el año 2022 con un déficit bilateral de US$2250 millones. A pesar de que las exportaciones experimentaron un crecimiento interanual del 9,7% que alcanzó los US$13.104 millones, no logró compensar el alza en las importaciones (29,3% interanual), que acumularon US$15.358 millones, con una prevalencia de bienes de la industria automotriz, mineral de hierro y sus concentrados, papel, cartón, motores de pistón y sus partes.

 

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