África se está partiendo en dos de manera lenta pero constante. Como cualquier fenómeno geológico, se trata de un proceso extremadamente largo que tardará millones de años en completarse, pero finalmente hará que parte del este de África se desprenda del resto del continente, lo que probablemente dé lugar a la creación de un nuevo mar entre las dos masas de tierra resultantes.
Tan colosal ruptura está relacionada con el Sistema de Rift de África Oriental (EARS, en inglés), una de las grietas más grandes del mundo y que se extiende a lo largo de miles de kilómetros a través de varios países de África, incluyendo Etiopía, Kenia, la República Democrática del Congo, Uganda, Ruanda, Burundi, Zambia, Tanzania, Malawi y Mozambique.
Este sistema de grietas evidencia en realidad que la placa africana se está dividiendo en dos subplacas: la placa somalí, más pequeña, y la placa Nubia, más grande. Se están separando una de la otra a una velocidad tremendamente lenta, pues son solo unos centímetros por año, según un estudio de 2004.
El resultado final consistirá probablemente en que la región del Cuerno de África se separe del resto, formando una especie de gran isla alargada.
Una gran grieta surgió de la nada en 2018
En 2018, concretamente el 18 de marzo, los vecinos de una pequeña localidad al sureste de Kenia creyeron ser víctimas de un evento catastrófico. Vieron literalmente cómo el suelo se abría bajo sus pies, creándose una gigantesca grieta que alcanzó varios kilómetros de longitud y una profundidad de veinte metros. Nunca habían visto nada igual.
Esta grieta estaba relacionada con el rift de áfrica oriental y es una demostración de cómo va evolucionando.
La geóloga Lucía Pérez Díaz, del Grupo de Investigación de Fallas Dinámicas del colegio Royal Holloway manifestó en la revista The Conversation que “la actividad existente a lo largo de la rama oriental del Valle del Rift, que corre a lo largo de Etiopía, Kenia y Tanzania, se hizo evidente cuando la gran fisura apareció repentinamente en el suroeste de Kenia”.
Para Pérez Díaz, este rift es único en el planeta porque permite observar en vivo las diferentes etapas de la fisuración.
La fractura más interesante, escribe, comenzó en la región de Afar, al norte de Etiopía, hace unos 30 millones de años. Desde entonces, se está propagando hacia el sur, rumbo a Zimbabue, a un promedio de entre 2,5 y 5 centímetros por año.
Actualmente en Afar la capa exterior sólida de la Tierra, llamada litósfera, se ha reducido hasta el punto de una ruptura casi completa.
Cuando se quiebre, detalla Pérez Díaz, un nuevo océano comenzará a formarse y, “en un período de decenas de millones de años, el lecho marino avanzará a lo largo de toda la grieta”.
“Como resultado, el continente africano se hará más pequeño y habrá una gran isla en el Océano Índico compuesta por partes de Etiopía y Somalia, incluido el Cuerno de África“, afirma.
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