A ocho años de la muerte del fiscal Nisman, la Justicia investiga una nueva pista terrorista internacional

Casi ocho años después de la muerte de Alberto Nisman, la justicia federal se concentra en el supuesto despliegue de una operación de inteligencia internacional en territorio argentino para investigar las circunstancias de la muerte del fiscal. Los investigadores judiciales a cargo de la causa por la muerte del fiscal dicen que ahora van por una nueva línea de investigación, que surgió a partir de las declaraciones testimoniales de exagentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI): algunos exagentes operativos y otros jerárquicos habrían declarado que, en los días previos a la muerte del fiscal la central de espías llevaba adelante una operación abocada a detectar si un grupo iraní realizaba tareas de inteligencia en territorio argentino.

El hallazgo de esta nueva línea se dio a partir de que la fiscalía federal de Eduardo Taiano recibió en el último tramo del año pasado el informe del entrecruzamiento de las comunicaciones que tuvieron durante el fin de semana de la muerte de Nisman decenas de agentes de inteligencia.

Hace años que los investigadores tienen la mira puesta en el mundo del espionaje y la política para esclarecer la muerte que, según concluyó el juez Julián Ercolini, fue producto de un homicidio. El informe arroja enormes masas de información que, según fuentes judiciales, permitió precisar información relacionada con la ubicación de las personas cuyas comunicaciones fueron analizadas y mejorar así los interrogatorios para las declaraciones testimoniales de los agentes y exagentes que fueron citados.

Eduardo Taiano

En los últimos años declararon como testigos al menos unas 60 personas que se desempeñaron como personal operativo y jerárquico dentro de la AFI. Es precisamente a partir de los dichos de algunos de ellos que surgió la versión de que en los días previos a la muerte el fiscal un área de la central de espías llevaba adelante una operación para determinar si existía actividad de inteligencia de un grupo iraní en la Argentina. ¿Habría relación entre esa supuesta actividad extranjera y la muerte del fiscal que investigaba el caso AMIA? Es una pregunta que se hacen los funcionarios judiciales, según supo LA NACION.

Según supo este medio, la AFI no proporcionó a la fiscalía de Taiano información sobre la existencia de esas operaciones y todavía falta que declaren en la causa al menos diez exagentes que trabajaban en los sectores que habrían llevado adelante esas tareas. Lo harán durante el mes de febrero. Quienes declararon, aparte, no habrían aportado nombres de las personas a las que estaban investigando, según dijeron fuentes judiciales a este medio.

Consultado por LA NACION, un hombre que trabajó en la AFI durante el gobierno de Cristina Kirchner rechazó esa idea. “Permanentemente se investigaba al mundo árabe pero no existía una investigación específica en ese momento”, dijo refiriéndose al al fin de semana de la muerte de Nisman y a las semanas previas al hecho. La misma fuente recuerda que, por esos días (en enero de 2015) el atentado terrorista contra el semanario Charlie Hebdo tenía movilizado al mundo de los servicios de inteligencia y encendió alarmas a nivel mundial.

La sede de la AFI, ubicada a metros de la Casa Rosada

En 2015 la entonces exdiputada Elisa Carrió (Coalición Cívica) relacionó la muerte de Nisman con una supuesta operación de inteligencia iraní en Uruguay. Esa hipótesis, que planteó Carrió por escrito ante la fiscal Viviana Fein, no prosperó.

Mientras, los funcionarios judiciales siguen dando vueltas sobre el material del informe para analizar la conducta de los agentes de inteligencia -operativos y jerárquicos- que hablaron en las horas previas y posteriores al hecho.

El material también permitió a la justicia afirmar que un exagente de la AFI estuvo en Puerto Madero, cerca del hecho, porque la antena su teléfono impactó en esa zona. Esa persona declaró haber ido a tomar un café por la zona, una explicación que no resultó del todo convincente a los investigadores, según supo este medio.

Otro de los puntos bajo análisis son las tareas de espionaje que habrían llevado adelante agentes de la AFI a la fiscalía de Viviana Fein, quien tuvo a su cargo durante once meses la investigación por la muerte el fiscal Nisman. Fuentes judiciales dijeron a este medio que al menos dos exagentes declararon bajo juramento que tenían la orden de informar quiénes entraban o salían del edificio donde trabajaba Fein y que debían reportar si veían a Antonio Stiuso, quien fuera el hombre fuerte de los servicios de inteligencia durante el kirchnerismo. Esos agentes repondían a Fernando Pocino, exdirector de Reunión Interior, y quien entonces mantenía un enfrentamiento con Antonio Stiuso.

El exespía Antonio Stiuso

Stiuso declaró como testigo en la causa por la muerte de Nisman el 30 de noviembre pasado, cuando pidió ampliar su testimonio, especialmente en base a la versión de que la AFI buscaba saber si él ingresaba a la fiscalía de Fein. Según supo la nacion, en su última declaración el exdirector de Contrainteligencia de la central de espías buscó desligarse de Diego Lagomarsino. Stiuso, a quien Nisman llamó por teléfono cuatro veces antes de morir, ya declaró cuatro veces en esta causa, siempre en carácter de testigo.

No hay nuevas certezas sobre las circunstancias de la muerte del fiscal que denunció a la entonces presidenta Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA, pero la investigación sigue concentrada en las internas del mundo del espionaje y la inteligencia.

El estado de la causa

La Justicia sigue enfocada en explicar la muerte del fiscal a partir de lo que ocurrió puertas afuera de su departamento. No hay nuevas hipótesis sobre el móvil de la muerte de Nisman, ni nuevos acusados.

El único elemento sobre el cual la Justicia sostiene la hipótesis del homicidio -avalada por la Cámara Federal- es el peritaje de la Gendarmería Nacional, cuestionado duramente por el oficialismo y por la defensa de Lagomarsino.

La causa tiene procesados al perito informático que le dio el arma a Nisman, Diego Lagomarsino, como partícipe necesario y a los cuatro custodios del fiscal, Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz, por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento de homicidio.

Diego Lagomarsino (Enrique Villegas/)

Pero aún con los cinco implicados en la misma situación hace seis años, el expediente lejos está de ser elevado a juicio. Las líneas de investigación que surgen a partir del análisis de las comunicaciones, así como el análisis del material informático secuestrado a los imputados, alejan la posibilidad de que sea elevado a juicio oral el tramo que los involucra. La opción procesal de hacer una elevación a juicio parcial existe, pero eso partiría la investigación, justifican las fuentes judiciales.

Pese a los planteos que hizo en su momento Diego Lagomarsino. y a los intentos del Gobierno por invalidar el informe de la Gendarmería, no se revisa en la justicia federal la hipótesis de homicidio ni se tiene en cuenta el pedido para citar como testigos a los peritos de la fuerza que elaboraron el informe que concluyó en que la muerte del fiscal fue producto de un homicidio.

La causa que investigó los hechos denunciados por Nisman, conocida como Memorándum con Irán, y por la que Cristina Kirchner estuvo acusada de encubrir el atentado a la AMIA, fue cerrada sin que ocurriera la instancia del juicio oral. Esa decisión está bajo estudio de la Cámara Federal de Casación Penal, que posiblemente se pronuncie sobre el caso en los próximos meses.

 

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