A los 93 años, murió Hans Magnus Enzensberger, un intelectual polémico y cosmopolita

Pocos días despúes de haber cumplido 93 años, murió ayer en Múnich el escritor, traductor y editor alemán Hans Magnus Enzensberger. Había nacido en Baviera el 11 de noviembre de 1929. “Alemania lo va a extrañar”, sostuvo la portavoz del gobierno alemán luego de conocerse la noticia que difundió la editorial Suhrkamp. Había estudiado Germanística, Literatura y Filosofía en las universidades de Erlangen, Friburgo y Hamburgo, en Alemania, y en la Sorbona, en París, donde se doctoró en 1955 con una tesis sobre la obra del escritor Clemens Brentano. En algún momento había querido dedicarse por entero a la filosofía, pero su paso por la capital francesa lo hizo cambiar de idea. El Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa recomendó en varias ocasiones sus libros y lo consideró uno de los pensadores más estimulantes del presente.

Enzensberger escribió novelas, ensayos, poemas y obras teatrales

Por su obra literaria, el autor de Hammerstein o el tesón y El hundimiento del Titanic recibió varios premios, entre ellos, el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2002, por su cosmopolitismo y “la hondura y la extraordinaria variedad de una obra que incluye poesía, ensayo, pensamiento filosófico y científico, drama, reportaje, reflexión política y narración”. Gran parte de su obra se encuentra traducida al español por el sello Anagrama, donde fundó el Premio Anagrama de Ensayo. Vivió en Noruega, Italia, Estados Unidos, México y Cuba, y mantuvo con España un vínculo especial. Además de sus actividades editoriales y periodísticas, tradujo al alemán poemas del peruano César Vallejo, del cubano Heberto Padilla y de los españoles Federico García Lorca y Rafael Alberti.

“Un escritor es un omnívoro que se alimenta de todo lo que le pasa por delante, y no solo de lecturas sino, también, de frases oídas al pasar, de opiniones ajenas, de cuanto llama su atención. La poesía es un trabajo individual y aislado pero, al mismo tiempo, emplea un material que, a diferencia de los colores o de la piedra, es socialmente muy elaborado y que el poeta debe recrear -le dijo al escritor uruguayo Danubio Torres Fierro-. También en este sentido escribir es un trabajo colectivo. De ahí que yo prefiera no ser el alumno de determinado maestro sino tener, en mi memoria, una multitud de voces”.

Wir trauern um unseren Autor Hans Magnus Enzensberger, der gestern im Alter von 93 Jahren verstorben ist. Als Lyriker, Essayist, Biograph, Herausgeber und Übersetzer war er einer der einflussreichsten und weltweit bekanntesten deutschen Intellektuellen. https://t.co/An2qALSdYl

— Suhrkamp Verlag (@suhrkamp) November 25, 2022

Enzensberger fue uno de los intelectuales alemanes más destacados desde mediados del siglo XX, cuando Alemania inició su proceso de reconstrucción -material y simbólica- tras la posguerra y después de la caída del Muro de Berlín. Fundó y dirigió revistas culturales como Kursbuch y TransAtlantik; comenzó por publicar poemas y se destacó como ensayista agudo y polémico en Política y delito, El interrogatorio de La Habana y otros ensayos, Para una crítica de la ecología política, Migajas políticas, Europa en ruinas, Zigzag y El perdedor radical. Ensayo sobre los hombres del terror, entre muchos otros. Publicó las novelas y nouvelles El corto verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti (sobre el antifascista español Buenaventura Durruti), Josefine y yo y ¡Siempre el dinero!, y los libros de poemas Mausoleo, Los elíxires de la ciencia y El hundimiento del Titanic.

En febrero de 1989, junto a otros periodistas y escritores alemanes solicitó al gobierno de la entonces República Federal de Alemania que tomara medidas contra Irán, luego de las amenazas de muerte recibidas a Salman Rushdie por su novela Versos satánicos. Si bien tenía aprecio por Cuba y los ideales revolucionarios, consideró que los regímenes socialistas eran “utopías abortadas”.

En el recomendable Un puñado de anécdotas. Opus incertum, reunió sus memorias familiares y personales en un contrapunto de fotografías e imágenes. “Los primeros recuerdos de M. no valen nada -se lee en las primeras páginas-. Era demasiado pequeño para que le pasara algo extraordinario. Tenía que levantarse apoyándose en la barandilla lateral de la cuna azul cielo para ver lo que pasaba frente a la ventana de la habitación. Bajo el sol de la mañana, se formaba puntualmente una caravana considerable de camiones amarillos grandes, que venían de un centro de tratamiento postal, y se oía su zumbido eléctrico al pasar por la carretera”. Además, revela su paso por las Juventudes Hitlerianas, de las que fue expulsado porque apenas podía formar fila y mantenerse callado.

Un poema de Hans Magnus Enzensberger

Modelo para una teoría del conocimiento

Aquí tienes una caja,

una caja grande

con una etiqueta que dice

caja.

Ábrela,

y dentro encontrarás una caja,

con una etiqueta que dice

caja dentro de una caja cuya etiqueta dice

caja.

Mira adentro

(de esta caja,

no de la otra)

y encontrarás una caja

con una etiqueta que dice…

y así sucesivamente,

y si sigues así,

encontrarás

tras esfuerzos infinitos

una caja infinitesimal

con una etiqueta

tan diminuta,

que lo que dice

se disuelve ante tus ojos.

Es una caja

que sólo existe

en tu imaginación.

Una caja perfectamente vacía.

De Los elíxires de la ciencia (traducción de Heberto Padilla, con la colaboración de Enzensberger y Michael Faber-Kaiser)

 

Generated by Feedzy