Este lunes en la ciudad de Buenos Aires, en su casa y junto a su familia, falleció la editora y fotógrafa Valentina Rebasa. Había nacido en Mar del Plata el 6 de marzo de 1970. “Estaba enferma de un cáncer que no había dado ningún aviso hasta hace dos meses -dijo a LA NACION el editor Miguel Balaguer, su pareja-. Durante este tiempo tuvo una actitud muy vital frente a la enfermedad. Se mantuvo activa, cerró junto a Elisa Boland la antología El silencio de las plantas, un libro que estaba postergado desde hacía tiempo. Venía trabajando desde hace un par de años en un libro que era una suerte de memoria de la mediana edad en la que combinaba varios proyectos de fotografía y material escrito en diferentes registros”. Rebasa se desempeñaba como coeditora del prestigioso sello de poesía y narrativa contemporánea Bajo la Luna. Escritores, editores y lectores expresaron su pesar en redes sociales.
“Con muchísimo dolor nos toca despedir, a los 52 años, a Valentina Rebasa -se informó este lunes en la página de Facebook y en la cuenta de Instagram de la editorial, junto a una imagen de Rebasa con su cámara fotográfica-. Una enfermedad tan breve como inclemente se la llevó casi sin aviso. Valen fue, durante más de veinte años, uno de los pilares y el norte de este sello. Muchos de los mejores libros que publicamos se los debemos a su ojo lector, a su inmenso talento estético y a su sensibilidad poética. Disfrutaba creando antologías, discutiendo ideas y pensando cómo esquivar las obviedades en las portadas. No tenemos palabras para decir cuánto la vamos a extrañar”.
Lamentamos profundamente la partida de Valentina Rebasa, pilar del sello @bajolaluna_ y gran profesional del campo editorial. Acompañamos a su familia y amistades en este momento tan doloroso.
¡Fuerte abrazo! 💕
— Eterna Cadencia Editora (@EternaEditora) November 28, 2022
Entre los años 2000 y 2010 transitó el circuito del arte local con sus fotografías, que fueron exhibidas en el Palais de Glace, el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino de Rosario, el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa en la ciudad de Córdoba y el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo E. Navarro en San Miguel de Tucumán.
En mayo de 2020, en plena restricción sanitaria por la pandemia, les pidió a 55 escritores, artistas, diseñadores, fotógrafos y profesionales de otras disciplinas que enviaran una foto tomada el 11 de mayo de ese año. “Desde hace un tiempo le vengo dando muchas vueltas a cuestiones como la memoria, los afectos y el tiempo -escribió Rebasa en la presentación del fotolibro digital Qué queda de un día, que se puede ver en este enlace-. Se me ocurrió un experimento con todo esto: invité a un grupo de amigues y este es el resultado”. Participaron del proyecto los escritores María Negroni, Federico Falco, Vera Giaconi, Santiago Venturini, Gastón Navarro y Andi Nachon, los artistas Daniel García, Delfina Bourse y Claudia Fontes, los fotógrafos Paulo Fast, Valeria Bellusci y Juan Lima, la actriz María Inés Aldaburu y los diseñadores Agustina Magallanes y Fabián Muggeri, entre muchos otros. También sus dos hijos, Ada y Gregorio, colaboraron en el fotolibro.
“Aún no puedo asumir que Valen se fue de viaje -señaló la escritora y traductora Agustina Roca, que en Bajo la Luna publicó Tejer & destejer. 7 poetas contemporáneas del Brasil en edición bilingüe-. Pienso mucho en Miki, en los chicos, hasta en su perra Vainilla. Viví una experiencia de edición maravillosa con ellos, de esas que una guarda en la memoria. Con Valen hacíamos la corrección, era un lujo como guía, de una sensibilidad poética infinita y una pasión por la edición, por la estética, inenarrables. Estábamos en pandemia, soy muy exigente conmigo a la hora de corregir, sé que la volví loca con las idas y vueltas del original pero, como ella también lo era, me aguantaba. Al final, me mandó la última versión, yo volví a corregir y me contestó: ‘Ya está, Agus, basta, se cerró’. Creamos un lazo profundo profesional y de amor. Ahora estoy en Río de Janeiro para presentar esa misma antología en la Universidad Federal Fluminense y le voy a dedicar este homenaje a la querida Valen, alma máter de esta edición”.
La escritora Lila Biscia publicó en Bajo la Luna su libro de poemas La casa del tornado en 2020. “Pienso en Valentina como una persona sensible, inteligente, amorosa, con mucho talento -confió a LA NACION-. Una lectora implacable y una editora generosa. Voy a llevar siempre conmigo el agradecimiento por el camino que transitamos para publicar La casa del tornado en Bajo la Luna: la oportunidad que me dio, el intercambio en ese proceso de edición; el entusiasmo y la pasión por la poesía, por el detalle ínfimo de todas las cosas. Las charlas sobre nuestres hijes, las coincidencias, las diferencias, las risas; los abrazos. La trágica muerte de Valentina nos deja un vacío. El de ella como mujer querida y el de ella como editora, su rol tan importante en la literatura argentina actual. Es una pérdida profunda en múltiples sentidos: emocional y profesional. Nos deja mudos para que podamos sostenerla para siempre en el recuerdo. Hoy me repito en silencio las palabras de Mirta Rosenberg: ‘Y ahora/ quiero quedarme sin palabras. Saber perder / lo que se pierde’”.