Las conocidas como enfermedades tropicales desatendidas –NTD por sus siglas en inglés- comprenden un grupo diverso de infecciones tropicales comunes en poblaciones de bajos ingresos de regiones en desarrollo de África, Asia y América y que son causadas por una gran variedad de patógenos como virus, bacterias, protozoos y gusanos parásitos. En el año 2017, la mordedura de serpiente fue incluida en este grupo y reclasificada como una enfermedad NTD prioritaria por la Organización Mundial de la Salud. Poco después se publicaría una hoja de ruta global que describía el objetivo de reducir a la mitad las muertes y discapacidades relacionadas con las mordeduras de serpiente para 2030.
En el año 2017, la mordedura de serpiente fue reclasificada como una NTD prioritaria por la OMS
Las mordeduras de serpientes son responsable de aproximadamente 138.000 muertes al año en las comunidades rurales del África subsahariana, el sur y sudeste de Asia, y América Central y del Sur. Las diferencias en la composición de los venenos de las distintas especies de serpiente condiciona que los antídotos basados en anticuerpos han de ser extremadamente específicos, por lo que generalmente cada antídoto es efectivo solo contra el veneno de la serpiente para el que fue diseñado.
Ahora, no obstante, y con el objeto de cumplir con las expectativas expresadas por la OMS, un estudio realizado en ratones y publicado esta semana en la revista Nature Communications ha demostrado la eficacia de una combinación de dos pequeñas moléculas inhibidoras de toxinas contra los venenos de múltiples especies de víboras. Los hallazgos sugieren que las combinaciones de inhibidores de toxinas podrían conducir al desarrollo de terapias de amplio espectro para tratar las mordeduras de serpientes de todas las especies, y en todo el mundo.
Para llegar a sus conclusiones, el experto en biología de las enfermedades tropicales Nicholas Casewell y sus colegas de la universidad de Liverpool encontraron que una serie de moléculas que habían sometido a ensayos clínicos de fase 2 eran capaces de neutralizar los venenos de víbora inhibiendo diferentes familias de toxinas.
Así, en experimentos con ratones, administraron una dosis única de una combinación de dos inhibidores llamados marimastat y varespladib, 15 minutos después del veneno de víbora para controlar sus efectos durante 24 horas. Los investigadores encontraron que estas moléculas eran capaces de prevenir la muerte de los ratones y demostraron ser efectivas contra los venenos de una notable variedad de víboras de África, el sur de Asia y América Central.
Los autores concluyen que sus datos proporcionan evidencia de que las combinaciones de inhibidores de toxinas pueden neutralizar los venenos de múltiples serpientes de importancia médica. Y si bien aún se necesitan más estudios preclínicos, sugieren que dichas terapias podrían, en el futuro, proporcionar tratamientos prehospitalarios para las mordeduras de serpiente en todo el mundo.