El Catador celebró con orgullo el logro de estos 54 Sommeliers y anticipa con entusiasmo el impacto positivo que tendrán en la escena vinícola de la República Dominicana. La ceremonia histórica tuvo lugar en el restaurante Chic Cabaret del Hotel Palladium.
Este año marca un hito significativo para El Catador, ya que celebramos el éxito de 54 apasionados participantes del Diplomado de Sommelier. A lo largo de los últimos seis meses, estos dedicados individuos han inmerso su tiempo, esfuerzo y pasión en el profundo aprendizaje de las complejidades del mundo del vino. Su compromiso excepcional se refleja en la superación de largos traslados y una dedicación total a sus estudios.
Detrás de esta formación excepcional se encuentra el maestro Ramón Difo, Sommelier y Formador del Catador. Con cautela y dedicación, Difo ha liderado el camino en la formación de los mejores sommeliers en la República Dominicana. Más que un educador, es un mentor que guía a sus alumnos hacia la excelencia, forjando un mejor futuro para cada persona que se adentra en el fascinante mundo de la viticultura.
La visión de El Catador va más allá de la formación individual; es una misión de llevar la cultura del vino y el servicio a cada rincón de la República Dominicana, enriqueciendo la experiencia gastronómica en hoteles y restaurantes. Este es el comienzo de una revolución destinada a elevar las técnicas de servicio del vino con conocimientos, permitiendo a los clientes vivir experiencias de sabor y servicio excepcionales en cada cata.
En esta graduación, no solo se celebró la adquisición de conocimientos enológicos, sino también el compromiso de estos sommeliers de llevar consigo la excelencia y la pasión por el vino a lo largo de sus carreras.
Este innovador concepto se originó con un grupo apasionado por la viticultura y la enología, que decidieron formar la Asociación Dominicana de Sommelier hace ya 20 años. A lo largo de dos décadas, la asociación ha consolidado su posición, representando con orgullo a la República Dominicana en concursos internacionales en lugares como Francia y España.
En el año 2000, este viaje comenzó en la vibrante capital dominicana y ha perdurado a lo largo de las décadas, llevando la cultura del vino y el servicio a nuevos horizontes.