Un centenar de feministas se han concentrado este sábado en Madrid, frente al Ministerio de Justicia, para rechazar la explotación reproductiva de las mujeres que supone la gestación subrogada, algunas de ellas vestidas como las protagonistas de ‘El Cuento de la Criada’, para denunciar que “no es una ficción”.
Bajo el lema “Las mujeres no se alquilan, los bebés no se compran. Estado cómplice. ¡Anulación Instrucción 2010 YA”’ y con proclamas como “No somos incubadoras, no somos vasijas, no somos vientres para alquilar”, se ha desarrollado el acto, convocado por las asociaciones feministas abolicionistas Espacio Feminista Radical y Acción Feminista.
Diez de las convocantes han acudido a la protesta ataviadas con el “uniforme” de las “criadas” de la serie de televisión distópica basada en la novela de Margaret Atwood ‘El Cuento de a Criada’ para poner de relieve que “no es una ficción, sino que está pasando ya”, ha señalado a EFE Silvia Vivanco, de Acción Feminista.
“Está pasando ya que mujeres en situación de vulnerabilidad están siendo compradas o alquiladas para cumplir el deseo de terceros”, ha recalcado.
Las concentradas han exigido al Gobierno la anulación inmediata de la Instrucción de 5 de octubre de 2010, de la Dirección General de los Registros y del Notariado sobre la filiación de los nacidos por gestación subrogada en el extranjero, que ha “ha facilitado regularizar en España la violencia contra miles de mujeres y la adquisición de sus criaturas”.
Uno de los objetivos de la concentración era denunciar la “incoherencia” del Gobierno que se autoproclama el más feminista de la historia “pero no ha hecho nada por eliminar” dicha instrucción, “que permite el tráfico internacional de bebés y la explotación reproductiva de las mujeres, ha explicado Vivanco.
“Basta ya de impunidad para quienes promueven o se benefician de la explotación de mujeres vulnerables y la trata de bebés”, han pedido en el manifiesto leído durante al acto de protesta.
Las convocantes han denunciado el “enorme negocio” que suponen los llamados “vientres de alquiler”: entre 50.000 y 200.000 euros es “el precio de un recién nacido a la carta en un infame mercado internacional”.
Además, han subrayado el “evidente fraude de ley cometido por agencias, clínicas, pagadores y el propio Estado, a la vista de todo el mundo, con la colaboración de los medios de comunicación que blanquean este comercio trasnacional con seres humanos”.
“En este país tenemos leyes que son papel mojado para quienes pueden pagar por saltárselas”, han señalado las feministas que ha citado las de reproducción asistida o la última reforma de la Ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.
A su juicio, la explotación reproductiva debe ser expresamente tipificada como delito. “Es ilícito y debe ser delito aquello que es violencia contra las mujeres, y que las convierte en un mero instrumento al servicio del deseo de terceros. No es una técnica de reproducción asistida, sino usar a las mujeres como incubadoras humanas”, han apuntado.