La carrera de James Rodríguez va cuesta abajo. Es un hecho objetivo. A sus 31 años (cumplirá los 32 en junio), rescindió su contrato con el Olympiacos a falta de seis jornadas para terminar la liga griega. Ofertas, sin embargo, no le faltarán. Y el primero en mover ficha ha sido el Botafogo, el tradicional club de Río de Janeiro.
Su máximo accionista, el estadounidense John Textor, ha desvelado que el ‘Fogao’ no solo está interesado en hacerse con los servicios del que fuera jugador del Real Madrid sino que ya ha hecho un primer movimiento, poniéndose en contacto con el representante del centrocampista.
La dirección botafoguense está buscando un futbolista con cartel internacional que abandere el nuevo proyecto deportivo. Algo que ya hizo en su día Clarence Seedorf que dejó muy buen sabor de boca en el club de la Estrella Solitaria, donde jugó dos temporadas (2012 y 2013) antes de retirarse.
El ‘Fogao’ tiene las cosas muy claras. Antes de estructurar cualquier tipo de oferta quiere que James se moje y diga públicamente que quiere ir a jugar a Río de Janeiro. A partir de allí, se empezaría a hablar de emolumentos, que, en su etapa en Grecia, eran de 3 millones de euros anuales.
“Me gusta monitorizar el mercado, es cierto que hemos hablado con el representante de James, pero, para mí, el momento clave será cuando él diga que quiere jugar aquí. Necesita coger el teléfono y decir que desea vestir la camiseta del Botafogo. Y esto, aún no ha sucedido… por eso no ha pasado nada. Seguiremos buscando nuevos refuerzos”, ha expuesto John Textor.
James, por su parte, quiere hacerse valer como agente libre y se tomará un descanso para decidir su nuevo destino. La prensa colombiana indica que, aparte del Botafogo, tiene ofertas del Oriente Medio (su anterior club antes de recalar en el Olympiacos fue el Al-Rayyan SC de la liga qatarí), de Europa y de la MLS.