El ministro ruso de Exteriores, Sergey Lavrov, fue llevado a un hospital y luego salió de ahí, previo a la cumbre del Grupo de los 20 en Bali, dijeron varios funcionarios indonesios el lunes. Rusia negó que el canciller hubiera sido hospitalizado.
El diplomático ruso de más alto rango llegó el domingo en la noche a la isla turística antes de la cumbre, que comienza el martes.
El gobernador de Bali, I Wayan Koster, dijo que Lavrov fue llevado al Hospital Sanglah, el más grande de la isla, “para un chequeo de salud”.
“Salió del hospital después de un breve chequeo y su salud está en buenas condiciones”, dijo el gobernador.
Cuatro funcionarios gubernamentales y médicos de Indonesia dijeron anteriormente a The Associated Press que Lavrov fue atendido en el hospital de la capital provincial, Denpasar.
Los funcionarios no dieron su nombre porque no estaban autorizados a informar sobre el tema. Dos de ellos dijeron que Lavrov buscó atenderse por una afección cardíaca, y más tarde otra fuente informó que el canciller ya había regresado a su hotel.
El hospital no hizo comentarios.
Por su parte, la vocera de la cancillería rusa, Maria Zakharova, negó más tarde que Lavrov hubiera sido hospitalizado, aunque no aclaró si recibió algún tratamiento médico.
Ella compartió un video de Lavrov, que se veía con aspecto sano, con una camiseta y pantalones cortos, y se le pedía comentar sobre lo sucedido.
“Llevan diez años escribiendo que nuestro presidente ha enfermado. No es un juego nuevo en la política”, dijo Lavrov en el video.
“Estoy en el hotel, leyendo material de la cumbre de mañana”, dijo Lavrov en declaraciones citadas por la agencia estatal rusa de noticias.
Lavrov es el miembro de mayor rango de la delegación rusa en la cumbre del G20, a la que asistirán los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y China, Xi Jinping, entre otros.
La asistencia del presidente de Rusia, Vladimir Putin, a la cumbre estuvo en duda hasta la semana pasada, cuando las autoridades confirmaron que no acudiría y Lavrov representaría a su país.
Se espera que las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania sean uno de los temas abordados en los dos días de cumbre del G20, que reúne a dignatarios de países que representan más del 80% de la producción económica mundial.
