En pleno arranque de la precampaña electoral, la crisis política de Doñana se ha convertido ya en un nuevo capítulo de confrontación entre el PP y el Gobierno de Pedro Sánchez. La guerra del agua estaba llamada a ser una de las principales batallas del 28-M, pero la relevancia que adquiere ahora la polémica en torno al Parque Natural (el Ejecutivo ha entrado de lleno advirtiendo que irá al Tribunal Constitucional y Bruselas avisa de posibles multas) anticipa que el choque perdurará.
Ni en las comunidades gobernadas por el PSOE ni en las del PP hay un consenso sobre los trasvases. Génova, por su parte, procura mantener un equilibrio en su postura que evite problemas internos. La oficial es impulsar un plan nacional del agua “sin criterios ideológicos” si Alberto Núñez Feijóo llega a la Moncloa. Fue su compromiso público hace semanas en Murcia, una de las regiones más afectadas, y será una de sus grandes propuestas para las elecciones generales. Sin embargo, en la fuerte polémica andaluza, el líder del PP ha sido claro y hará suya la batalla de Juanma Moreno.
Las críticas a la decisión del PP (también a Vox, que apoya la propuesta de legalizar más regadíos, ampliando hectáreas para la fresa tras la recalificación de algunos terrenos) son compartidas por prácticamente todos los expertos y científicos que se han pronunciado. El principal reproche es la celeridad con la que pretende hacerse en el peor momento de sequía que se recuerda en décadas.
Y a pesar de todo ello Feijóo optó por no andarse con rodeos: “La Junta de Andalucía quiere buscar soluciones, preservando la joya del parque y preservando los acuíferos. El Gobierno deja tiradas a centenares de familiares que desde 2014 no tienen soluciones. Y lo único que hace es insultar al presidente Moreno”.
Mientras el Ejecutivo eleva el nivel de crítica hacia la Junta, acusando a Moreno de actuar con “arrogancia de señorito” y con Pedro Sánchez asumiendo el mensaje político de “Doñana no se toca”, el líder del PP se puso al frente de la defensa de su barón autonómico más relevante en este momento: “La política hidráulica de este Gobierno es errática. Solo sabe enfrentar a las comunidades sin resolver un solo problema. Que deje de insultar y se siente con la Junta”, volvió a decir el líder del PP.
En Génova reconocen que el respaldo a Moreno es “total” y asumen que esta batalla habrá que darla desde todos los frentes. La idea es delegar los mensajes y la estrategia en la Junta, que es donde realmente, advierten, “tienen el conocimiento”. Pero el apoyo se visualizará con independencia de cuánto suba el tono el Gobierno.
Andalucía es un territorio clave para el PP. Como publicó este diario, Feijóo se encomienda a los resultados andaluces para consolidar sus posibilidades de llegar a la Moncloa. De hecho, las próximas municipales de mayo serán fundamentales para saber si Moreno logra reeditar su éxito de las autonómicas en las ciudades y municipios; y testar con claridad la fuerza municipal del PP en su conjunto.
Teniendo en cuenta que en la Comunidad de Madrid será para los populares, Cataluña demostrará un apoyo importante al PSC (con un PP casi inexistente todavía) y la Comunidad Valenciana en cierto empate, el poder que reparte Andalucía será muy revelador para los populares. Y de ahí que en la dirección nacional cierren filas también con Moreno.
No es la primera vez que una comunidad autónoma del PP se enfrenta de tú a tú con el Gobierno central. Isabel Díaz Ayuso lidera los casos más sonados desde la gestión de la pandemia. Pero la política fiscal de Andalucía, y antes de Madrid, ya ha sido objetivo de confrontación con Moncloa. En esta última cuestión Feijóo se puso del lado de sus presidentes autonómicos de inmediato. En otros debates como el sanitario en la capital, ha habido rachas de más o menos apoyo público, aunque nunca ha habido una desautorización.
En el caso de Doñana, y a pesar de lo delicado de la situación con la Comisión Europea dando muestras de posibles sanciones, la decisión está tomada: habrá respaldo total a Moreno.