Los anillos de Saturno están calentando su atmósfera

El vasto sistema de anillos de Saturno está calentando la atmósfera superior del planeta gigante. El fenómeno nunca antes se había visto en el sistema solar. Se trata de una interacción inesperada entre Saturno y sus anillos que podría proporcionar una herramienta para predecir si los planetas alrededor de otras estrellas poseen sistemas de anillos similares a los de Saturno.

La evidencia reveladora de este fenómeno procede de un exceso de radiación ultravioleta, vista como una línea espectral de hidrógeno caliente en la atmósfera de Saturno. Dicho aumento de la radiación significa que algo está contaminando y calentando la atmósfera superior del gigante gaseoso desde el exterior.

La explicación más factible para este calentamiento es que es provocado por las partículas heladas de los anillos que se precipitan sobre la atmósfera del planeta. Esto podría deberse al impacto de micrometeoritos, al bombardeo de partículas de viento solar, a la radiación ultravioleta del Sol o a fuerzas electromagnéticas que recogen polvo cargado eléctricamente. 

Todo esto sucede bajo la influencia del campo gravitacional de Saturno, que atrae partículas hacia el planeta, un hecho comprobado cuandola sonda Cassini de la NASA se sumergió en la atmósfera de Saturno al final de su misión en 2017. 

“Aunque la lenta desintegración de los anillos es bien conocida, su influencia en el hidrógeno atómico del planeta ha sido toda una sorpresa”, declara la profesora del Instituto de Astrofísica de París, Lotfi Ben-Jaffel , autora principal del artículo recientemente publicado en la revista Planetary Science Journal, en el que se explican los detalles del fenómeno. “Ya sabíamos sobre la influencia de los anillos de Saturno en el planeta desde que la sonda Cassini hiciera sus primeras mediciones, sin embargo, no sabíamos nada sobre el contenido de hidrógeno atómico”. 

“Todo está impulsado por las partículas de los anillos que caen en cascada a la atmósfera en latitudes específicas”, continúa. “Estas partículas modifican la atmósfera superior, cambiando su composición. También encontramos que la interacción de estas partículas con los gases atmosféricos de Saturno probablemente estén calentando la atmósfera a una altitud específica”.

La conclusión de Ben-Jaffel requería reunir observaciones en luz ultravioleta de cuatro misiones espaciales que estudiaron Saturno: las dos sondas Voyager de la NASA que sobrevolaron Saturno en la década de 1980; la misión Cassini, que llegó a Saturno en 2004; el International Ultraviolet Explorer, que se lanzó al espacio en 1978, y el Telescopio Espacial Hubble.

Al reunir todos los datos diversos y calibrarlos, Ben-Jaffel descubrió que a lo largo de 3 décadas los niveles de radiación ultravioleta procedentes del Sol no habían variado en Saturno. “Esto apunta a la constante “lluvia de hielo” de los anillos de Saturno como la mejor explicación para el calentamiento de su atmósfera”, concluye la astrofísica. 

 

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