Durante las últimas semanas, España ha experimentado un incremento de las temperaturas fuera de lo común para la época del año en la que nos encontramos. Con una anomalía de entre 5 y 10 grados, se puede decir que la primavera ha ‘explotado’ más que ‘llegado’.
Una de las principales consecuencias de esta situación climática ha sido la irrupción de los casos de alergia al polen que, año tras año, afectan en España a más de 8 millones de personas, según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología clínica.
Según la misma SEAIC las ocho especies de pólenes que más alergia generan son las gramíneas, ólea, cuoresaceas, plantagi, amarantáceas, urticacea, platanus y betula; mientras que los las principales plantas que los generan son el aliso, las amarantáceas, el abedul, la causarina, el avellano, ciprés, fresno, olivo, pino, llantén, plátano de sombra, gramíneas, robles, encinas, alcornoques, ortigas y parietarias.
El artilugio que ayuda a controlar la alergia
El polen son las partículas reproductoras de las plantas anemófilas que se transporta por el viento y cuya presencia se dispara durante la época de la polinización en primavera. Al circular por el aire, es muy difícil contener el impacto del polen en aquellas personas a quien provoca reacciones alérgicas: entre las únicas formas de controlarlo, está el uso de las mascarillas por la calle.
Dentro de casa, al no estar expuestos a la circulación del aire, se puede actuar más sobre la incidencia del polen y la alergia. En primer lugar, hay que cuidar la ventilación y la limpieza: procurar que todas las mañanas se renueve el aire dentro de la casa y con la mayor frecuencia posible intentar limpiar las superficies donde puede acumularse el polvo.
Además de tener en cuenta estos dos factores, el uso del purificar de aire es una técnica cada vez más extendida para limpiar desde los gases contaminantes que llegan del exterior hasta el polvo en el que se acumula el polen que provoca la alergia.
Gracias al purificador de aire, se puede reducir hasta casi en un 100% la circulación de partículas que provocan los síntomas más desagradables de la alergia como el asma, la rinitis o el picor.
Para comprar un purificador de aire, en primer lugar hay que atender al presupuesto con el que contamos: la gama de productos abarca desde modelos que cuestan menos de cuarenta euros hasta versiones de más de trescientos cincuenta. Otro factor a tener en cuenta para comprar un purificador de aire es la dimensión del espacio done se va a colocar y las prestaciones y compatibilidades.
