El portero del Burgos CF, Loïc Badiashile, jugó para el equipo filial, el Burgos Promesas, el pasado domingo en la Ciudad Deportiva de Castañares, en un partido contra la Gimnástica de Torrelavega. En el minuto 53, el árbitro tuvo que detener el partido después de que algunos seguidores del equipo visitante, ubicados detrás del meta francés, profirieran insultos racistas contra él.
Después del partido, el árbitro escribió en el acta que “en el minuto 52:30, he detenido el juego al ser avisado por el portero del Burgos que había recibido insultos racistas en los siguientes términos: “puto negro” en repetidas ocasiones y haciendo gestos con los brazos imitando a un mono. Dichos insultos procedían desde detrás de la portería donde se ubicaban aficiones del equipo visitante. El partido ha estado detenido durante tres minutos y medio hasta ser avisado por megafonía que cesaran dichos insultos, no volviendo a repetirse en el resto del partido”. El partido continuó hasta el final sin más incidentes, y el marcador quedó 1-1.
Después del partido, el Burgos, cuyo primer equipo está luchando por ascender a primera, y el Gimnástica de Torrelavega emitieron una nota conjunta condenando los insultos racistas hacia Badiashile, y un aficionado del equipo visitante ya ha sido identificado. Los clubes expresaron su profundo malestar y total repulsa ante este suceso con el racismo como protagonista, y afirmaron que este comportamiento no debe ser tolerado bajo ningún concepto en el mundo del fútbol.