Partido de los que hacen afición el que se vivió esta mañana en el Santiago Martín de Tenerife donde el Barça arrancó muy concentrado porque sabía que delante tenía un conjunto que no podría las cosas fáciles. Y así fueron. Ventajas que se desperdiciaron pero reacción en el último momento para concretar el triunfo ante el Lenovo Tenerife por 76-79
La lección del partido del Palau, donde los azulgranas solo ganaron de dos, tenía que servir para ir prevenidos a una pista que aprieta y ante un equipo que sabe perfectamente a lo que juega.
El primer cuarto puso sobre el parquet todo lo dicho anteriormente. Igualdad y un ritmo infernal que beneficiaba a los de Jasikevicius, pero solo la falta de acierto en el tiro exterior del equipo local hizo que el Barça pudiera ir todo el cuarto por delante en el marcador.
El cuarto arrancó con un triple de Satoransky y a partir de ahí, los de Vidorreta fueron siempre a remolque. Ambos equipos apelaron a una defensa contundente, trabajada, de la que impide comodidad al rival en el tiro, pero ello no provocó un partido tosco, al contrario, era vivo, eléctrico.
Gran Marcelinho Huertas
Poco a poco el Barça fue dominando, pero Marcelinho Huertas evitaba que su equipo se despegara.
Nada pudieron hacer los tinerfeños con la salida de Vesely a pista. En dos minutos fue capaz de anotar ocho puntos y el Barça cerró el primer cuarto con 21-24.
Los hombres de banquillo respondieron en ambos equipos, lo que hizo que en ningún momento el duelo decayera. Se lo pasaron bien en la grada, esto seguro.
Vesely y Sanli, infalibles en la pintura
El segundo cuarto el Barça logró un parcial de 3-10 que fue un lastre para el Lenovo que seguía sin acierto desde la línea del triple. Con 28-40 tras canasta de Sanli, junto a Vesely el mejor de la primera parte, a 1’59” para el descanso se logró la máxima diferencia y al descanso se llegó con un +10 y buenas sensaciones, pero sabiendo que en la segunda mitad sería obligatorio trabajar mucho.
Sin duda el Barça fue determinante en la pintura con sus torres que cerraron la primera mitad con 10 puntos cada uno.
Se igualan las fuerzas
Se complicó sobre manera el partido en la segunda mitad con un Marcelinho Huertas que se puso al equipo a sus espaldas para poco a poco recortar diferencias. El desacierto cambió de bando y el Barça no veía canasta para desespero de Jasikevicius en la banda. Gracias a la ventaja que llevaban los azulgranas se cerró el cuarto con 56-57.
Mucha tensión en el último cuarto cuando el Tenerife consiguió ponerse por delante llegando a un +6 (70-64 a falta de 5’47” para el final).
Pero dos triples del Barça, uno de Mirotic y otro de Laprovittola cambiaron el panorama, empataron el duelo y acabaron llevándose el partido.
