La segunda entrega del docureality ‘Soy Georgina’ en Netflix no ha dejado a nadie indiferente. El punto de mira está ahora puesto en la vida privada de Georgina Rodríguez y su hermana Ivana.
Durante el reality las hermanas relatan su infancia en Jaca como una etapa ‘dura y difícil’ debido a los pocos recursos económicos de la familia. Pero llama la atención la ausencia de la matriarca, Ana María Hernández, de la que apenas se habla en el reality.
De su madre se sabe muy poco: Ana María, nació en Águilas, Murcia y tuvo a sus hijas en Buenos Aires, con su marido Jorge Eduardo Rodríguez, tras el nacimiento de Georgina en 1994 se trasladaron a España.
La familia se instaló en Jaca, una etapa donde las hermanas han sido felices pero que recuerdan de forma agridulce porque relatan que fueron tiempos complicados, y que vivían en un piso muy pequeño de 30 metros cuadrados. Tras la crisis, sus padres se divorciaron.
La madre tuvo un papel importante en la vida de las hermanas, pero en el reality no se explica mucho de su persona, ni aparecen imágenes actuales de ella. La incógnita ha despertado curiosidad entre los fans, que empiezan a preguntarse que pasará para que Georgina, con lo mediática que es, no muestre a su madre y evite hablar de ella.
Del padre Jorge Eduardo, se habla mucho más: su trayectoria personal y profesional, un pasado como futbolista que terminó en la cárcel y fue el que sacó adelante económicamente a la familia. Falleció a los 70 años tras sufrir un ictus.